Ella era amiga de mi mejor amiga.
Admito que como buena amiga llegué a sentir algo de celos por la existencia de su amistad. Un día, mi mejor amiga me mencionó que la muchachita había dicho que a su parecer yo era buena nota y que quería hablar conmigo; en su momento la idea no me pareció nada agradable, sin embargo, 8 días después (un 15 de marzo a las 9:03 p.m. para ser más exactos) le envié un mensaje por Facebook y como es de esperarse con un ¡Hola! ¿Cómo estás? Empezamos nuestra amistad sin saber ni esperar nada...