Llegué a casa casi dando saltitos de la felicidad que llevaba, es que, vamos! Tengo un jodido trabajo!
Esperando a mi papá para comer me acordé de mi habitación y subí corriendo a ella para poder ordenar todo lo demás y mostrarle a mi papá como había quedado así que me puse nuevamente manos a la obra.
(...)
Después de una hora había terminado y quedó así:
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Iba a poner música pero llegó mi papá. Hice una mueca de emoción para poder mostrarle como quedó la habitación.
Bajélas escaleras y lo llamé desde mi lugar.
-¡PAA!- le dije perezosamente porque si lo llamaba con la emoción que llevaba probablemente le daba un infarto.
- OKA. AHÍ BAJO- dice bajando rápido las escaleras.
Al bajar el último encontré a mi papá con una sonrisa que no le estaba en la cara.
- ¿Qué pasó?,¿Y esa sonrisa?- le digo funciendo el ceño y sonriendo a la vez, su sonrisa era contagiosa.
- Emm, me gustaría contarte algo mientras comemos.- asiento a lo que dijo y me siento en frente a él- encargué pizza.
- Okay. ¿Tiene que ser mientras comemos? Osea, ¿tenemos que, si o si, esperar a la pizza?, ¿no puede ser ahora?- le digo ansiosa.
- Si, si, te lo cuento ahora- asiento mientras espero a que hable. Él suspira sin borrar su sonrisa- ¿Te acordas de la mujer que había estado "saliendo"? Saliendo es una forma de decir porque no nos habíamos visto en persona antes- asiento nuevamente- bueno, hoy la invité a cenar y me dijo que si, así que probablemente vanga uno de estos días a cenar a casa- termina de contar esperando una respuesta de mi parte.
Me toma unos segundos procesar la información que acabo de recibir y salto a sus brazos muy feliz.
- Me alegra mucho eso, pa- le digo con mi cara enterrada en su pecho. Nos quedamos un ratito así y me acordé del trabajo así que rompo con energía de nuestro abrazo- a que no sabes- le digo con la misma sonrisa que él traía hoy y niega- conseguí trabajo- canturreando le cuento. Mi papá abre los ojos como platos.
- ¿Qué?, ¿para qué? Si sabes que a mi no me molesta que estas acá todo el día- me dice aunque sabe que voy a comenzar ese trabajo de todas formas.
- Exacto, estoy todo el día acá y pensé que podía hacer algo para no aburrirme- Él bufó para luego responderme.
- Okay, está bien. Pero..- me dice buscando una escusa para que cambie de opinión. Lo miro con una ceja alzada y pone sus ojos en blanco- okay, podes trabajar en- se queda pensando- ¿en donde?.
- En un café, en un Starbucks para se más exactos- le digo con una sonrisa.
- Esta bien.
- Voy a estar bien, pa. Ya hice esto antes- le digo encogiendome de hombros. Él suspira.
- Bien.
- Ah, vení a mirar como me quedó la habitación- lo tomo de la mano para llamarlo corriendo a ella para que la vea.
La ve y se queda mirando con orgullo.
- Sabía que iba a quedar hermosa.
- Gracias.
- En serio te quedó bonita- dijo mirando todo.
- Pa, ¿no sabes si hay alguien de mi edad en esta calle?.
- Ehh, en la casa de en frente hay un chico. Andá a fijarte después de comer si querés.
- Bueno, gracias.
Sonó el timbre.
La pizza- pensé.
Fuí corriendo a la puerta principal y veo a un chico alto con ojos verdes hermosos al igual que su sonrisa. Su pelo castaño estaba en un jopo y su piel era bronceada.
- Hola- le digo sonriente.
- Hola. Soy Juan Pablo Zurita, tu vecino de en frente- me dice dándome la mano. Los saludé y me quedé mirándolo.
- Yo soy Alex Miller- le digo.
A él lo conozco de algún lado.
Y él parece que me conocía también.
- ¿Vos haces videos?- dijimos al mismo tiempo. Nos reímos por eso.
- Si- respondemos al mismo tiempo de nuevo. Soltamos una risita.
