La luz se ensancha
y la mesa se contrae;
cayendo están las cartas
y el té caduca
en la severa espera
que arde.
Las cartas se enviaron
y no llegaron
y rieron
hasta el final.
Con el sobre abierto
y la hoja en llamas
me dijeron que las palabras
no eran suficientes
y no eran necesarias
para amar.
Aún sigo sin comprender
porque te vi en el sueño,
pero no apareciste
y no me acariciaste la cabeza
y no estuviste.
Y yo muero.
Y tú,
en la tristeza desmedida,
y yo,
en el color del descenso.
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Saudade.
PoetryEscribiendo el día a día de la persona que sufre de Saudade. Se recomienda discreción.
