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En la sala común de Slytherin era todo festejo, todos parecían haber olvidado por el momento que Jungkook portaba la Marca Tenebrosa en su brazo izquierdo, y lo trataban como antes. Con respeto y admiración. En otra ocasión hasta se hubiese sentido orgulloso y contento de volver a recuperar algo de su estatus, pero en esa situación, le importaba en lo más mínimo.

Así que mientras Mingyu le daba palmaditas en la espalda como forma de felicitación, Jungkook solo tenía cabeza para Park Jimin.

De solo pensar en la cara de pasmo que había puesto cuando vio la snitch arriba de su cabeza le daban ganas de reír. ¿Sabría él lo tontamente adorable que se veía con esa expresión? Era un nuevo descubrimiento para Jungkook a decir verdad.

Aunque en ese momento no le habían dado ganas de reír. Cuando Jungkook escuchó el débil aleteo se quedó estático, con una mirada de refilón pudo vislumbrar el destello dorado que tanto buscaba. Podría haber tomado la snitch en ese momento, ¿pero que valor tendría si Park no lo veía hacerlo? Por alguna razón, Jungkook quería que lo viera, que supiera que a pesar de ser un ex-mortífago y haber tomado las peores decisiones que un adolescente mago podía tomar, no era un inútil del todo. Podía atrapar la snitch, podía estar a la altura del gran Elegido, y más que nada, podía ser merecedor de su atención.

No entendía de dónde habían salido todos esos anhelos, pero no se lo cuestiono mucho, en su lugar le gritó a Jimin y este volteo a verlo. Los latidos de su corazón se aceleraron cuando sus ojos caramelo se fijaron en él, y casi murió de desesperación cuando Park se quedó quieto sobre su escoba sin moverse. La snitch se movería y él quedaría de nuevo como un estúpido. Entonces Park avanzó, y la tensión de sus músculos aflojo un poco, solo pudo soltar el aire contenido cuando la bola dorada con alas estuvo encerrada en el puño de su mano.

Lo había hecho. Y Park lo había presenciado. Definitivamente había valido la pena hechizar al bastardo de Minghao para que Park se le quedara mirando por tanto tiempo. Y cuando el idiota golpeador de Gryffindor descargó su frustración con la bludger que terminó derribando a Jimin de su escoba, ni siquiera dudó un segundo antes de ir a su encuentro.

Fue extraño, pero no le habría importado estrecharse y romperse un par de huesos si eso hubiese asegurado la seguridad de Park. Solo cuando logró aferrarse a la pequeña mano de este y detener su caída se sintió un verdadero triunfante.

—No me estas escuchando, ¿verdad? —la voz de Mingyu lo trajo de nuevo a la realidad.

—Perdona, ¿qué decías?

—Decía que a pesar de tus súbitos cambios de humor, es bueno saber que la costumbre de ignorar a tus amigos todavía no se te ha ido —repitió el moreno con molestia.

Jungkook frunció el ceño.

—¿Como que cambios de humor?

—Hace solo dos días eras un prácticamente un inferi y ahora en cambio pareces un Hufflepuff hiperactivo.

—Tal vez tengas bipolaridad —intervino Yugyeom con calma, tanto Mingyu como Jungkook lo miraron confundidos—. Es una enfermedad muggle, se trata de la variación de ánimos.

Mingyu hizo una mueca de asco, pero Jungkook pareció pensárselo.

—¿Dices que me contagie una enfermedad muggle?

Yugyeom rodó los ojos.

—No se contagia, es algo mental —explicó.

Mingyu bufo.

—No digas tonterías Yugyeom, Jungkook no tiene ninguna peste muggle —dijo el moreno, aunque se alejó un poco del pelinegro y lo miro con cautela—. Aunque si te concedo que algo debe andar mal en su cabeza como para salvarle el trasero a Park.

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⏰ Última actualización: Jul 10, 2019 ⏰

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De cuando Jeon Jungkook abrió su corazón (involuntariamente) ♡ KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora