⦊ 𝐃𝐢𝐞𝐭 || 𝐓𝐡𝐨𝐫𝐤𝐢 ⦉

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Cuando todo termino y, Stark había sido trasladado al hospital estabilizándolo por las heridas de gravedad que había sufrido tras el chasquido, el resto de los vengadores tuvieron su merecido reencuentro con los suyos.

Ross había corrido hacia Strange estrechándolos entre sus brazos, Charles y Erik junto a sus hijos Peter y Lorna corrieron hacía donde se encontraban Wanda y así sucedió con cada uno de los superhéroes y sus familias.

Thor, quien se encontraba junto a su amigo Peter Quill fue testigo de como su esposo Scott y su hija Cassie de quien el guardian le había contado tanto, lo recibían entre besos, abrazos y lágrimas.

El deseó lo mismo que sus compañeros. Cuanto no daría por tener entre sus brazos a su Luna. Extrañaba tanto a Loki, prueba de ello era que, a pesar de ser un Dios y todo lo que eso conllevaba, había caído en una terrible depresión por haber perdido todo, por perderlo a él.

Su escultural figura había cambiado por los cientos o quizás miles de tarros de cerveza que había estado bebiendo desde la pelea contra aquel gigante morado, sumándole la comida chatarra y olvidándose de las rutinas de ejercicio que antes hacía para mantener su escultural cuerpo.

Se dió media vuelta apretando la cerveza en su mano y si sintiéndose fatal por envidiar la felicidad de sus amigos.

Cuando levantó la vista, dispuesto a encerrarse en su habitación para ser preso de la miseria y el dolor, encontró esos bonitos ojos esmeralda que tanto amaba, aquellos que lo habían enamorado y, que seguía viéndolos en sus sueños, aquellos que vió por última vez manchados por la rojez de la falta de oxígeno cuando Thanos le estaba apretando el cuello, cortando su respiración.

Esas esmeraldas llenas de picardía y brillo solo pertenecían a una persona. A su Loki.

Se quedó estático producto de la sorpresa, no sabía si dar un paso y abrazarlo o llorar ahí mismo sin hacer nada.

¿Y si era una ilusión?

—Hola grandote.

Y ahí tuvo su confirmación tan anhelada. Esa voz aterciopelada que le erizaba los bellos con tan solo una palabra.

Era él.

Su consorte, el amor de su vida, su Luna.

—¿Loki?—preguntó tembloroso, con las lágrimas acumuladas en sus ojos y una sonrisa nerviosa— ¿Eres tu mi Luna?

Loki acortó la distancia tan solo unos centímetros.

—Más bien yo debería hacer esa pregunta, ¿eres Thor? Pareces un pordiosero—su mirada crítica lo examinó por unos segundos para después relajarse y soltar una pequeña risa que alivió a Thor— Aún y con unos kilos de más sigues siendo guapo cariño.

Thor no necesito más palabras para tomar al pelinegro entre sus brazos y apretarlo contra él como si quisiera retenerlo junto a él para siempre, para que no escapara con sus ilusiones una vez más.

—Te extrañe tanto Loki. Te amo. Te amo—entre lágrimas busco los labios del pelinegro atacándolos con hambruna y desesperación.

—Te dije que el sol volvería a brillar sobre nosotros.

Su compañeros vieron enternecidos la escena.

Thor había creído perder todo y sabían que el tener a Loki de vuelta era como haberle devuelto la vida al Dios del Trueno.

(◦◦◦)

Eran las 6 am en punto cuando un fuerte ruido hizo despertar el cálido sueño de Thor.