Epilogo

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Tomo cualquier cosa que veo.
Es una regla  prerrogativa el torturar sus conquistas.
Escalando infinitamente hasta una final muerte.
Cae hasta donde puedas caer,no mas y  llora.
El amor...el beso que te saca toda la vida.

Diabolk lovers.

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A lo largo de la historia, lo han llamado de muchas formas...satanás, diablo, lucifer. Algunos lo consideran un dios otros como un simple subordinado de dios, la mayoría lo considera un ángel pero para mi no es mas que un simple....bastardo :|

Mi nombre es Samuel, soy un chico simple, no muy interesante ni con muchas emociones, alto de piel morena ojos marrones y cabello avellana, no mayor de 25 años y...esta es mi historia

Una aburrida noche me encontraba en mi habitación jugando mi juego favorito, ganando partidas y frustrándome cuando perdía. Al terminar una partida empuje un poco mi silla hacia atrás enfocando mi cansada vista hacia el reloj negro en la pared el cual marcaba las 3:27 a.m, era temprano para mi ya que acostumbro a dormir tarde

-Mmmm faltan 3 minutos- susurre al verlo y me dispuse a jugar esos 3 minutos faltantes

Al marcar las 3:30 se apagaron todas las luces en la habitación (como de costumbre) incluso la computadora dejándome completamente a obscuras, completamente tranquilo solo dirigí mi mirada al lugar donde estaría mi cama esperando a que apareciera ese bastardo, el cual tan dramático como siempre apareció con todo su humito, el fuego y bla bla bla

-Hola Samuel- dijo con voz grave y elegante mirándome de piernas cruzadas sentado en la cama apoyándose con sus manos

-¿Por qué siempre tienes que quemar mis sabanas cuando vienes?- dije cubriendo las flamas con el extinguidor rojo que tenia a la mano

-Es parte del protocolo- dijo ese bastardo mientras suspiraba pesadamente bajando la mirada dejándome ver un poco mejor sus ojos color rojo intenso

-Te traje lo que me pediste- agrego rotando su cuerpo y sacando un pequeña caja la cual me extendió

tome la pequeña caja en mis manos sin mucha emoción, me senté en la silla de la computadora de nuevo poniendo el extinguidor a un lado y abriendo lentamente la pequeña caja observando su contenido

-Aaa así que era esto- dije sosteniendo el pequeño dildo en mis manos viéndolo detalladamente

-¿Lo probamos?- dijo colocando en su rostro una ladeada y macabra sonrisa, mirándome con esos intensos ojos los cuales se intensificaron al verme asentir

Me quite la ropa lentamente evitando mirarlo ya que sabia que el me estaría devorando con la mirada, al estar completamente desnudo pase por su lado acostándome en la cama mirando su ancha espalda, el se levanto rodeando la cama caminando hacia mi con pasos lentos y elegantes divisando cada parte de mi cuerpo

-¿Listo?- dijo con su gruesa voz quitando uno de sus guantes y untando un poco de vaselina en mi entrada provocando jadeos en mi los cuales callaba mordiendo las blancas almohadas

-Solo hazlo- dije sujetando fuertemente las sabanas soltando un gran gemido al sentir como lentamente entraba el dildo en mi

El empezó a moverlo cada vez mas profundo haciendo que el dildo entrara completamente el cual el soltó una vez adentro y volviendo a ponerse sus negros guantes chasqueo los dedos provocando que el dildo comenzara a vibrar dentro de mi provocando que tuviera espasmos corporales los cuales se intensificaron al sentir como el dildo subía de velocidad gracias al bastardo

-E-esto no era..lo que...pedí- dije entre jadeos, si bien le había pedido un dildo tenia que ser uno especial el cual surgió de un experimento que tengo ya verán de que hablo

-Paciencia- digo con su voz tranquila y relajante-¿listo?- agrego a lo cual yo asentí

Pude notar como se formaba su macabra sonrisa y casi como si hubiera parado el tiempo vi como lentamente subía su mano en alto para chasquear sus dedos mientras que en su boca se articulaban las palabras "Fue divertido" el cual termino con el chasqueo de sus dedos. En ese preciso momento al dildo le brotaron unas filosas púas las cuales perforaron todo mi interior,no pude evitar expulsar sangre por mi boca dejándome con la vista nublada y casi inconsciente viendo atemorizado de reojo su cara llena de satisfacción

¿Este era mi fin? Que dulce ironía sabia que este bastardo me mataría pero no pensé que seria por mi propio experimento

Y con estos siendo mis últimos pensamientos me despedí de este mundo de la peor manera posible...a los pues de un incubo[1]

[1] Los incubos son demonios que bajo la apariencia de un hombre contiene relaciones sexuales con un humano en su mayoría durmientes, con el fin de tener un hijo de este (según la leyenda de Merlín) se dice que pueden ser invocados por razones desconocidas. La contraparte femenina es llamado sucubo

Ardiente esclavitud Donde viven las historias. Descúbrelo ahora