Su hermosa sonrisa.

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Un día como cualquier otro en la universidad. Me dignaba a llegar a mi clase de dibujo técnico en las aulas D, sin imaginar lo que me sucedería. Llegue me senté en la parte del fondo del salón y de la nada, llega. Nunca me imaginé llegar a ver a una persona como la mire a ella. Sus destellos de belleza irradiaba el lugar más que el sol de la una de la tarde.

Me quede perplejo al observar la belleza inigualable de ella, era simplemente indescriptible. Le dije a mis cheros sobre ella a lo que ellos respondieron: "cáele, no te ahueves". Confiando en la palabra de ellos me sucedió lo peor. Ella tiene novio. El mundo a mí alrededor se caía en mil pedazos.

Pero no me desanime, no era la primera ni la última vez que me sucedería. Igual me digne a ser su amigo, no me quedaba de otra. Al darme cuenta de lo que me falta saber, tenía otra clase con ella. Ya no solo era dibujo sino que pre-calculo también. Sin saber que hacer continúe mis labores.

Al cabo de unos días, ella se me acerca y me pide ayuda. La sensación que tuve fue de alegría, de todo lo que tenga que ver con la felicidad. La niña que me gusta me pide ayuda a mí, a mí. Tenía que actuar normal para que ella no se percatara de que me gustaba. Le ayude y ya no pasó nada más después de eso, solo nos saludábamos.

Pasaron los días, hasta que ocurrió lo que no tenía en mente, me pidió ayuda de nuevo. Ahora en otra materia que no tenía con ella. Yo pensé en decirle "por ti, seria hasta Batman bebé", pero no sabía cómo reaccionaría. Le pregunte en que quería me ayuda a lo que ella responde: "No recuerdo el tema, te escribo en WhatsApp cuando llegue a mi casa para decirte que es". Me dio su número telefónico, para ese momento era el ser más feliz del mundo.

Ese día en la noche ella me escribió si le podía explicar eso, le envié fotos de ejercicios resueltos para ver si entendía. Me dijo que si me podía llamar para que le explicara que aún no entendía. En ese momento suspire y con una sonrisa en mi rostro le conteste, hablamos por alrededor de 3 horas. Entre risas y platicas, de una cosa a otra, le explique y ella me agradeció.

Hay personas que dicen que para enamorar a alguien es de hacerla sonreír, pero en este caso yo me enamoraba más de ella cada vez sonreía. Retomando mi triste historia. Me pidió si lo que restaba del ciclo me podía sentar junto a ella, para que le explicara si no entendía. Me revise el pulso para ver si no estaba en el cielo o en un limbo extraño, y no era verdad. A eso yo le respondí que sí, era lo obvio.

Ahora ya me sentaba a la par de ella en las dos materias que llevábamos juntos. Era un sentimiento inexplicable el que yo sentía al verla a la par mía al sonreír. Habían días que pasaba casi la mayor parte de la clase observado lo que hacía. Me estaba enamorando a profundidad de ella. El único inconveniente su novio.

Le comente a mi mejor amiga mi situación sobre ella y su novio a lo que ella me dijo: "la tierra es de quien la trabaja". Yo cada vez más ilusionado, no sabía qué hacer. Pues hice lo que mejor se hacer en estas situaciones, o sea esperar a ver que sucedía. Seguíamos hablando más seguido y sucede la segunda mejor cosa hasta ahora. En las tardes al salir de clase me iba con ella. Ya no solo eran las dos clases juntos, ahora me voy con ella.

Pasábamos los tráficos del lindo San Salvador hablando de cualquier tontería y cada vez que ella sonreía me enamoraba más. Para que comprenda como era su sonrisa, su sonrisa es ese pequeño detalle que los hace emocionarse como niños pero multiplicado por millones. Continuando, los días martes y jueves para mí eran los más esperados porque la iba a ver a ella. Esos dos días, eran las mejores tardes que pasaba en la universidad.

El día del parcial de dibujo la invite a almorzar, fui con ellas y con unos amigos. Nos sentamos a la par, comimos y hablamos. El mejor momento fue cuando ella se recostó en mi hombro y me volteo a ver. Sonríe y yo solo la miro sin saber qué hacer. En ese momento su amiga la llamo y me quede con esa sensación de vacío.

Espero y algún día tenga una oportunidad de demostrarle el cariño que yo le tengo. Pero para mientras solo me queda seguirla observando sonreír y enamorarme cada vez más de ella. Espero todo no sea en vano. El paso del tiempo dirá cuál es la decisión del destino en esta situación.

La SonrisaWhere stories live. Discover now