Continua la historia, seguía cada vez más y más enamorado de ella cada vez que la veía. Llego el día del parcial de matemáticas, como se han de imaginar esperanzado a ver esa linda sonrisa de nuevo. Y también a salvar la materia.
Ese día en la mañana ella me envió el mensaje de buenos días y yo emocionado. Le conteste lo mismo, ya iba más emocionado hacia la u. Llegue tempano, como siempre, porque íbamos a estudiar juntos. Paso algo que no lo tome a mal, ella agarro tráfico y pues me dejo esperando.
Pero la comprendo el tráfico es parte del día a día de nuestra nación. Llego tarde, pues no le quise decir nada y me pedio disculpas. Le dije que estaba bien. Entramos a parcial, yo confiando en un milagro para pasar. De la nada veo a ella la ubican a la par mía en el parcial.
Me lleno de alegría ver que la niña que me motivaba a salir bien estaba a la par mía. Le sonreí antes de iniciar, ella hizo lo mismo. Afronte de otra manera el examen. Pasaron las 2 horas del examen, termine y me fui del salón.
Ella venia atrás mío al salir del salón, me vio y me abrazo. Me pregunto de como sentí el parcial y platicamos de eso por un momento hasta que llegaron sus amigas y pues se puso a hablar con ellas. Me tomo de la mano, una de las mejores sensaciones de la vida.
Sus dedos entrelazados con los míos. Solo me volvió a ver y sonrió. Yo hice lo mismo y me puse a hablar con mis amigos. Me tenía que ir y no la quería soltar, pero lo tenía que hacer. La acerque a mí, la abrace y me fui.
Transcurrieron los días, la volvía a ver después de varios días. Ese día iba a ver si había dejado dibujo, pues estaba nervioso por saber eso. Cuando a lo lejos la veo a ella sonriendo. Todo lo que sentía en ese momento se fue, ella me transmitió tranquilidad al alma.
Llego y me abrazo. La abrace con una fuerza, y no la quería soltar. Quedaba justo a la altura de mi pecho. Le llenaba la frente de besitos y ella sonreía y no se me apartaba. Ella era la paz en mi tormenta de ese momento.
Pasaba el tiempo y yo seguía aferrado a ella. Ella solo me decía que me tranquilizara que todo iba a estar bien. La abrace de la cintura antes de entrar al salón al recibir las notas. Ella se fue a sentar al lado mío me llamaron antes que ella.
Salí del salón sabiendo que si había pasado, estaba alegre. Salió ella al instante cabizbaja, toda mi alegría se esfumo en cuestión de segundos. Ella no había pasado la materia.
La peor sensación de mi vida hasta el momento fue ver como ella no sabía cómo reaccionar. Yo intentaba hacer algo para verla mejor, pues la abrace. Ella se fue hacia donde sus amigas y me dijo que dentro de un momento regresaría. Pasó el tiempo y no volvía, me digne a irla a buscar.
Cuando la encontré ella estaba llorando, el alma se me partía en mil pedazos al ver eso, no sabía qué hacer. Intentaba de todo para verla sonreír, le conté historias pasadas, decía estupideces (como casi siempre lo hago), hice de todo por verla sonreír.
Nada funcionaba, decidí irme con ella a pesar que iba a salir noche de la u. Cuando íbamos de camino ocurrió eso que no quería ver. Ella se puso a llorar. Les juro que me sentía tan mal, al ver al ser que iluminaba mis tardes, la persona que me hacía sentir bien.
Hablaba con ella, le hacía piojito, la molestaba, todo con tal de verla sonreír. Pues dejo de llorar, le limpie las lágrimas y la hice sonreír. Ya estaba más tranquila, eso era un alivio para mí verla así. Pues me tenía que ir para mi casita me despedí de ella sabiendo que no iba a estar todo bien.
Ahora le escribo para ver cómo le va en las demás materias y la felicito si tiene una buena nota. Pero espero volverla a ver pronto y hacerle notar que sus notas no son reflejo de su inteligencia, al contrario está aprendiendo más y nuevas cosas para salir adelante.