Qué somos?

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3 años han pasado desde que comenzó su entrenamiento, sin saber cómo pasó, estaba ahí cada día en el mismo sitio donde conoció al pelinegro esperando por el cómo todos los días, su amistad fue fortaleciendose volviéndose prácticamente la mejor pareja de batalla que pudiese existir
No tenían que hablar sabían perfectamente lo que haría el otro con solo mirarse
Ella miró el lago
Recordando cómo fue que sucedió, tal vez fue solo casualidad, pero estaba segura que sin el pelinegro no hubiese llegado a dónde estaba ahora, creía que, aunque aún le faltaba entrenar más, ya era lo bastante fuerte como para proteger a Hanabi del clan

De pronto sintió el filo de un kunai en su cuello, y en vez de alterarse solo sonrió
- Si sigues así,cualquiera podría cortarte la garganta
Ahí estaba, ese pelinegro con una media sonrisa de lado esas que nunca daba a nadie más que a ella

- sabes que día es hoy?
Comentó la peliazul contenta
- Han pasado tres años desde entonces no?
Comentó sin interés el pelinegro
- Si exactamente hoy, así que prepare algo especial para después del entrenamiento
Entonces el Uchiha noto una canasta a su lado, generalmente no tenía chicas cerca, porque eran demasiado acosadoras, pero ella era tan tranquilizadora como el bosque así que le permitió quedarse cerca
-hmp entrena Hyuga
El pelinegro se puso en posición de pelea, activando su Sharingan y la ojiperla su Byakugan
Comenzó así una pelea que parecía una danza, ella tratando de golpearle y el esquivando
Ambos tenían cierta gracia en sus movimientos, cómo solo dos personas que conocen a la perfección a la otra podrían lograr
Nunca se dieron cuenta en qué momento dejaron de luchar para ganar, y cuando se convirtió en un entrenamiento para solo aumentar sus poderes
Cundo terminó el entrenamiento se sentaron, con sus ropas gastadas y la energía casi al mínimo
La Hyuga procedió a sacar la comida, era algo simple pero sabía que le gustaría al pelinegro
-bolas de arroz y sopa de tomate, espero que te gusten
Le entregó su porción al Uchiha que no respondió nada y comenzó a comer
Lejos de sentirse herida, sabía que él era así, ella también tomó su comida
- Gracias
El Uchiha le extendió su plato vacío
Nunca decía nada, pero desde que había perdido a su familia la comida de la ojiperla era lo único que le recordaba a su madre
Hinata guardó todo en la pequeña canasta y saco algo más
- Sabes que odio los dulces
Protestó él
- Pruébalo, es un pastel de café y chocolate amargo
-hmp
El probó el postre, que efectivamente no era dulce y estaba delicioso además de que amaba el café amargo
La ojiperla saco un rollo de canela para ella misma, ya que incluso en eso eran tan diferentes ella amaba los dulces y el los detestaba...