El Hombre Bueno

10 1 0
                                    


El hombre bueno

despertó a un nuevo día,

sonrío cansado y

desayunó rutina.

Se vistió barato

pues compró lo que podía

y partió al trabajo

con la espalda deprimida.

El hombre bueno, era bueno

pobre, honrado, también digno

era silencio que hiere

y que no permite olvido.

El dolor lo esperaba

cada día en una esquina

y lo invitaba a quedarse

y el hombre bueno seguía.

Pero un día, el dolor

lo invitó a tomarse un trago

y bebió un par de botellas

de un vino que sabía amargo.

Se volvió para su casa

y lo acompañó el dolor

y golpeó a los que amaba

y cada golpe volvió.

Entonces el hombre bueno

no pudo pedir perdón

y se fue a dormir despierto

con la mugre en su interior.

Con el alma ensangrentada

despertó el hombre bueno

con la sonrisa cansada

desayunando veneno.

El Hombre BuenoWhere stories live. Discover now