38

494 17 0
                                    

Su sonrisa fue creciendo y sus ojos se fueron achinando, me tomó por la cintura y me dio vueltas por el aire, reí un poco.

Él se había equivocado, sí, pero había ido a buscarme con la finalidad de demostrarme cuán arrepentido estaba, y solo quedaba de mi parte seguir o tirarlo todo por la borda.

Pero lo amo, y cuando uno ama no importa cuánto daño le haga la otra persona, siempre estará dispuesto a regresar para volver a ser feliz.

– ¡Te amo! ¡te amo Sahara! -exclama feliz. Me baja-, prometo que no volverá a pasar algo así.

Asiento.

– Sí, confío en ti Justin -al terminar de decir dichas palabras, pegó sus labios a los míos, dándome una sensación de calidez y amor.

A pesar de todo, él era la persona que amaba sin importar los errores o malos ratos que tuvimos que pasar. Entramos a su casa, y nos dirigimos directamente a su habitación hablando naturalmente como si nada hubiera pasado.

Y eso me gustaba.

– Te noto inquieto -comento mirándolo jugar con su teléfono, él nunca estaba así- ¿qué sucede ahora?

Mira al suelo y suelta un largo suspiro.

– Voy a estar fuera del país unas semanas -frunzo el ceño.

Ya íbamos a cumplir un año.

– Me contactaron para hacer un videoclip en Japón, solo serán 3 semanas -se explica mejor, pero aún seguía confundida.

– ¿Y nuestro aniversario?

Rasca su nuca.

– Creo que tendremos que posponer las cosas -dice-. Eso fue lo primero que pensé cuando me contactaron, pero era una gran, gran, gran oportunidad y no podía...

– Dejarla pasar -completo por él y sonrío, tranquilizándolo.

– Cuando vuelva, prometo que vendré con el mejor plan para compensarte -se acerca y me toma de las manos, planta sus labios en mis nudillos-. Ese día te llamaré a primera hora.

Asiento.

– ¿Cuándo te vas?

– Pasado mañana -responde-, así que tenemos tiempo de salir juntos.

-...-

Recogí mi bolso y me subí al auto de Justin. Quería llevarme a ver algo antes de irse mañana, por lo que obviamente acepté. Dijo que era algo lejos así que debía traerme ropa y cosas como para pasar la noche por si acaso.

Eran las 5 de la tarde, no sé por qué salimos tan tarde pero me explicó que todo estaba fríamente calculado.

Casi 4 horas de viaje.

Cuando llegamos estaba anocheciendo.

– ¿Dónde estamos? -pregunto cuando aparto la vista de mi teléfono para cambiar la canción del reproductor de música.

Sonríe mirando hacia adelante.

– En Sierra Nevada -frunzo el ceño.

¿Qué?

Nunca había venido, por lo tanto se notó mi confusión.

Rodamos unos 10 minutos más y el auto de Justin se detuvo.

– Aquí es -dice recogiendo algunas cosas. Se bajó del auto, repetí su acción-, tendremos que caminar unos minutos más.

Asiento y comenzamos a caminar, no entendía casi nada. 

Needing you | Justin BieberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora