En aguas calmas, de rio de Otoño,
donde india reposa hasta su morir,
de dulce liquido combinado con sal,
que pescador solitario suele encontrar su paz.
A su alrededor, se mezcla el azul y verde,
mientras la brisa fría corre debajo de un sol tenue,
al compás de esa armonía, el trinar de aves,
y el salto curioso de algún pez.
En su dinámico movimiento, mece al bote,
apaciguando la mente ocupada,
y el tiempo se vuelve incierto,
a orillas de Peña Colorada.
Pescador, de serena experiencia,
habilita su vieja caña,
y en la intención de dar caza al pejerrey,
expone sus múltiples mañas.
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Para Coya pescador
PoetryUn poema dedicado a un amigo amante de la pesca... Verlo también en atintacafe.blogspot.com