Capítulo 3

187 15 0
                                    

-¿Y qué tal los de primer año?

-Pues lo de siempre. Los primeros días no paraban de mirarme, pero ya se acostumbraron a ver un fenómeno sin magia en la misma escuela  de ellos.

Le respondo a la mujer que me trajo aquí, y la mejor bióloga del mundo mágico.

-Deja de llamarte así, eres especial. –Me dice la tía Luna.

-Esa es la forma bonita para no hacerme sentir diferente.

Y se para en seco.

Ay.

-¿Y desde cuando te afecta ser diferente, Abril? –Me dice con esa seriedad que tanto me asusta en ella. Sólo inclino la mirada.

-No es que me afecte directamente. –Respondo,después de unos segundos con su mirada fulminante encima- Tengo once, tía. ¿Sabes lo que eso significa? Las pocas esperanzas que tenía para ser bruja se esfumaron. Este año debía empezar a tomar mis clases, y sentarme en el gran comedor con todos.

-¿En el gran comedor? ¿Con que casa, eh Abril? ¿No decías siempre, que querías tener las características de todas las casas? ¿No habíamos quedado que Hogwarts no era sólo una escuela, sino tu hogar?

-¡Ese no es el pun...

-Ve a tu habitación, y hablamos cuando estés dispuesta a no subirme el tono de la voz.

Corro en dirección a la pared más cercana y pienso en mi habitación,  la gran puerta de caoba aparece frente a mí cerrándose y desapareciendo luego de que yo entrase.

Al entrar me resbalo cayendo en la alfombra, me incorporo mirando hacia el techo, el cual también hace de ventana mostrándome lo que yo desee ver de las afueras de Hogwarts.  

Hoy la tía Luna le tenía  algo, se le notaba en la forma de comportarse, en que llego más temprano a visitarme y en que no se mostró precisamente condescendiente.

Mis pensamientos son interrumpidos por el particular sonido que hace mi puerta al aparecer y luego abrirse. Mi sorpresa no es comparada con la del rostro que tengo al frente mirándome en medio estado de shock.

-Por las barbas de Merlín... ¿Qué es esto? –Logra articular.

- Mi habitación, Potter.

-Pero... ¿Qué?  ¿Por qué? –Está a unos centímetros de la puerta mirando todo lo que tiene al frente.

-Pensaste en mi habitación y deseaste entrar en ella, bien Albus eso no me lo esperaba. –Le respondo riéndome al mismo tiempo que me levanto. –Entra.

-O sea que tu habitación aparece cuando piensas en ella. –Dice más como una afirmación que como pregunta.

-Sí. Pero a diferencia de los profesores y ahora tú, nadie sabe de su existencia.

-¿Y a dónde se va cuando nadie piensa en ella?

Me río ante su curiosidad, yo jamás me lo había preguntado.  Sólo me encojo de hombros, y el color me cubre las mejillas cuando me doy cuenta de que me está mirando. Él se da cuenta porque sin disimular aparta sus ojos de inmediato y mira mis libros.

-Son buenos. –Hace la observación metiéndose las manos en los bolsillos.

-Pues su dueña es la que lee Orgullo y Prejuicio.

-¿No eres muy chica para leer esos libros?

-¿Tu hiciste una crítica negativa a Jane Austen sin leerla?

-Si he leído de sus libros.

-Entonces no soy demasiado chica porque tengo la misma edad que tú.

-¿Siempre sabes que decir? –Responde sonriéndome.

-La mayoría de las veces, y amo alardear de eso. –Respondo con suficiencia.

-Woo, La orden del Fénix. –Dice estirando el brazo y alcanzando la foto. -Eran asombrosos,-Su mirada se pierde en la foto sonriéndole.

-Aquí tengo el ejército de Dumbledore –Tomo la foto y él la recibe.

-Qué jóvenes eran. –Esa sonrisa que hace que yo sonría se expande en su rostro.- Ojala algún día pueda hacer algo importante como ellos.

¿Qué puedo responder? <<Em, sí ojalá>> o <<Claro, algún día llegara un psicópata hambriento de poder, y lo vencerás >> Pero claro, soy Abril así que nunca pienso lo que digo:

-¿Importante? ¿Es que no te has dado cuenta que tu padre nos quitó todas las oportunidades que teníamos para vivir grandes aventuras?

Se queda pensativo unos momentos y creo que lo arruine todo, ¡Bien Abril! pero repentinamente empieza a reírse, y es la primera vez que escucho sus carcajadas.

-No había pensado en eso, pero tienes razón.

-Como siempre.

Y llega el silencio incomodo << ¡Vamos Abril, di  algo! >> pero solo me quedo mirando la simpleza de mis paredes.

-Bueno, se me hace tarde... -Empieza diciendo.

-Claro, mañana tienes clases...

-Sí, eso, tengo clases...

Esto es taan incómodo.


La muggle de Hogwarts.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora