·· ᴀʟᴍᴀᴄᴇ́ɴ · ʏᴏᴏɴᴊɪɴ ··

único

     Todas la mañanas, Seokjin despierta a las 6 a.m. en punto, es muy dedicado a su trabajo por lo que la puntualidad es uno de los factores para su mejor desempeño. Él trabaja en FG Trading, una empresa importadora de todo tipo de marcas de ropa, de hasta ropas deportivas a ropas de alta costura.

     Allí, se encarga de comprobar los arribos de mercadería, y actúa como contador para corroborar que la cantidad sea la que debe ser. Tiene buena paga, y aunque trabaja desde las 7 a.m., sólo trabaja hasta las 3 p.m.

     Ahora, se encuentra de camino a su trabajo, en su auto que pudo comprar hace unos meses, gracias a que su salario aumentó un poco. Al llegar se estaciona en el lugar más cercano que encuentra, sale de su auto y se dirige directo a su oficina, donde tendrá todos las llegadas del día.

     Resulta que tiene 3 cargas para el día, todas muy importantes, por lo que deberá prestar mucha atención.

     "Como si pudiera, desde las semanas pasadas eso es algo imposible"

     Y claro, el motivo del por qué a Seokjin últimamente se le estaba dificultando su tarea, tenía nombre y apellido: Min Yoongi.

     Éste era el encargado del almacén, tenía las llaves de éste, él firmaba en los documentos por ser el que recibe el envío, él manda a los acomodadores, es como el jefe del almacén y todos lo saben.

     Pero volviendo, no es que lo molestara de verdad, es decir; no lo insultaba ni molestaba mientras realizaba su trabajo.

     Mas el problema residía en lo que ocurría una vez todos los acomodadores se iban a la par que lo hacía el camión de la carga. Seokjin siempre se queda más tiempo, para darle una segunda mirada a todo, el papeleo que él maneja y que toda la mercadería esté. Y en ese tiempo, es cuando Yoongi aprovechaba y hablaba con él.

     El mayor sabía de las intenciones de su compañero desde el día uno que se acercó. Debe admitir que no le molestaba, saber que alguien se empezaba a interesar en él. Pero desde que una de esas charlas fue subiendo de tono, hasta que inevitablemente terminó en una mamada por parte de Yoongi, Seokjin sabía que debía parar.

     Estaba en su lugar de trabajo, y dejó que su compañero/amigo/crush le diera una mamada justo allí. Él no se disculpó por ello y el otro de verdad no quería que él se alejara. Y sí, Yoongi era su crush, porque, éste cargaba con un físico impresionante y una personalidad atrapante.

     Por lo que, ese suceso se repitió otra vez, y otra vez, y otra vez. Como un día Yoongi le dijo a Jin:

     "Ya no tengo suficientes dedos para contar cuántas veces ya hicimos esto, nene, pero a quién le importa?"

     Lo traía loco, y tal vez Seokjin se avergüenza de que eso esté sucediendo, pero también siente vergüenza de cómo se llegó a enamorar de Yoongi por esas conversaciones y mamadas.

     "Eres muy raro por eso, Seokjin, lo sabes?" se dice a sí mismo cuando piensa en ello.

     Tal vez también se sienta un poco patético, al saber que su amigo, no podría corresponderle sus sentimientos. Era más que obvio que lo que pasaba entre ellos era algo sólo carnal.

     Con los nervios a flor de piel, Jin se dirige al almacén para la primera llegada, el día de ayer no pasó nada con Yoongi, por lo que sus nervios son peores.

     Lo primero que tiene en su vista panorámica son los trabajadores que ya están guiando al camión para que se ubique en la posición correcta. Suspira, llegó justo a tiempo. Pero al instante se tensa de nuevo, no ve a Yoongi en su puesto.