Prólogo.

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*Narrador omnisciente*

Un día como hoy, hace 14 años atrás, en el años 2014, dos hombres relativamente jóvenes se presentaron en el horfanato que se encontraba en la Avenida Skins. La hora en la que deberían presentarse ya había pasado y llevaban quince minutos de tardanza.

-Lou, te dije que deberíamos de haber tomado la calle de la derecha -dijo Harry mientras bajaba apresurado del auto-. ¡Oh dios, olvidamos el paraguas! -gritó comenzado a correr debajo a la entrada del gran horfanato esquivando la lluvia.

-¡Espera Harry! -dijo Louis, corriendo detrás del ruloso-. Debes tranquilizarte -tomó a Harry de los hombros-, pensarán que estas loco.. y mira como te ha quedado esto -agarró el cuello de la camisa y lo arregló para que quedara presentable, lo que provocó su cercanía. Sus respiraciones se mezclaban, se fueron acercando cada vez más hasta que el espacio que existía entre ellos desapareció. Louis, al ser más pequeño de estatura debió ponerse en puntitas para poder darle comdidad a Harry. Este último sonrió en medio del beso. Estaban tan felices, tan concentrados en ese magnífico beso en el que liberaban todas sus emociones, que no fue hasta que alguien carraspeó que supieron que estaban observandolos.

-Deberían saber que hay un límite para todo -sentenció la persona que los estaba observando anteriormente con una gran sonrisa, quien no era más que una monja que trabajaba en el horfanato-. Ustedes deben ser los jovenes Styles y Tomlinson , ¿verdad?

-Preferimos el término de Tomlinson, realmente estamos casados por civil y quisimos ser llamados por el mismo apellido -contesto Harry sonriendo, quien estaba orgulloso de llevar ese apellido.

-Genial, entonces jovenes Tomlinson, pasen -dijo la anciana abriendo la puerta principal-. Los niños estan en la habitanción, pueden ir a verlos.

Ambos se adentraron en el horfanato y siguieron los pasos de la monja. Las manos de Harry sudaban y Louis lo notó. 

-No estés nervioso, amor -dijo, tomando la mano de Harry-. No piedo esperar.

-No estoy nervioso -Harry intentó ocultarlo. Louis alzó ambas cejas- ¿Es tan notorio?

-Tu nerviosismo se nota a kilómetros de distancia -dijo Louis y la anciana rió.

-Pero.. ¿qué tal si no quieren dos padres hombres? -preguntó Harry y su esposo, Louis, lo miró transmitiendole gran tranquilidad

-Si me disculpan -dijo la anciana interrumpiendo el momento de las miradas-, en mi opinión deberían estar al tanto de que existen algunos chicos que no querrán dos padres porque sueñan con el prototipo de una madre, pero también hay de los cuales los elegirán antes que a una madre.

Harry sabía que no era momento para hecharse atrás, estaban a menos de dos metros de su futuro hijo. Después de tanto sacrficio por demostrar su amor, ahí estaban.

Lo habían logrado.

Habían seguido adelante sin importar qué. A pesar de que no todas jugaban todas las fichas a ese amor. A pesar de que muchos les dieron la espalda. ¡Lo habían logrado!

-Estoy listo -dijo y abrieron las puertas.

Todos los niños que estaban presentes miraron hacia donde estaban Louis y Harry, tomados de la mano. Hubo unos pocos segundos de silencion pero luego todos retomaron sus actividades.

-Entonces, ¿niña o niño? -preguntó la monja.

-Niña -respondieron los dos al mismo tiempo.

-Genial, ¿qué les parece si recorren la sala? -ambos asintieron-. Los veo luego.

Hija de Larry.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora