Cake

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No tenía ningún tipo de expectativa sobre el amor. No haber tenido pareja nunca, más la cantidad de libros clichés que había leído, eran buenos factores a favor de no saber cómo diablos orientar los sentimientos.

La verdad es que nunca esperé que se apareciera un jugador de fútbol americano que me hiciera perder la cabeza, ni un escritor bohemio frustrado que me atrapara en sus mundos. Definitivamente, no tenía ningún tipo de referencia o croquis para ubicarme en estos temas.

Durante todo aquel tiempo, mis hormonas estuvieron relativamente tranquilas, dejándome por mi cuenta para que me centrara en sacar notas decentes. Hace ya bastante tiempo, habría afirmado con total rotundidad que mi periodo más feliz y excitante fue aquel que pasé jugando al gato y al ratón contigo. Admito que me tenías fuera de mí... pero ¿ahora? El recuerdo de lo que fuimos y de todo lo que podríamos haber sido es... ciertamente encantador, y aunque me gustaría cambiar muchas de las actitudes y los pensamientos que tuve en aquellos momentos, prefiero guardar esa etapa como el torbellino de paranoias, altibajos e ilusiones huecas que al final fue en verdad.

Todavía recuerdo los primeros momentos en los que empezaste a despertar algo en mis entrañas (jamás sabré si lo hiciste adrede o no); fue durante una de aquellas clases en las que no hacíamos nada productivo. Tú y yo nunca habíamos tenido una relación estrecha, pero algo en tu mente debió cambiar aquella mañana, porque aunque fuera por simple aburrimiento, moviste ligeramente tu mano por mi pierna, produciendo que cada célula de mi piel se activase.

Por supuesto que no fue una escena idílicamente romántica, simplemente fue una mezcla de hormonas con inexperiencia. Sin embargo, escenas así se fueron repitiendo, y aunque jamás desvelaste una intención oculta más allá del mismo momento, supongo que... fui cayendo. Intenté convencerme (discutiendo varias veces con mi amiga y mejor confidente por aquel entonces) de que todo lo que sentía por ti no era más que una desproporcionada atracción física por ti (aquellos toques malintencionados, ese sentimiento que despertabas en mí haciéndome creer que eras diferentes al resto de adolescentes, tu complexión...), pero poco a poco, te fuiste transformando en ese perfil de chico que jamás había materializado en mi mente.

Los meses iban pasando, y junto a ellos seguía tu lascivia; realmente no podía asegurar que sintieras algo por mí o que quisieras tenerme de aquella manera, pero juro por Dios que eso era lo que me dabas a entender... la mitad del tiempo, al menos.

El mundo no es bonito, y si algo me habían enseñado las novelas de romance, era que reducir el pensamiento de un hombre a ideas básicas solo funcionaba en la ficción. Ofendiendo con pesar a todos aquellos que sufren de bipolaridad, ese era mi adjetivo favorito para ti, y sin duda, encajaba perfectamente, pues tan pronto eras dulce y cariñoso como al día siguiente duro y primitivo.

En más de una ocasión (no lo negaré) aquello me dejó de parecer sano. Yo era (y soy) una persona muy paranoica, así que la montaña rusa en la que me habías embarcado en contra de mi voluntad no me hacía ningún bien. A pesar de ser yo el que te tachaba de temperamental, debo admitir que yo también era así, incapaz de mantenerme en un mismo estado anímico cuando hacía contacto contigo.

No podrías hacerte una idea de las tortuosas noches que pasé teniendo, en cada ocasión, un pensamiento alternativo; mientras que unas veces deseaba que encontraras una chica y la presentaras delante de todo el mundo para poder mentalizarme de que jamás podría llegar ti, en otras ocasiones solo rezaba para que el día de mañana pudiéramos vivir juntos y tener una vida en común. Surrealista, ¿no crees?

Solo tú, a día de hoy, has sido capaz de llevarme a lo más alto del cielo para al segundo siguiente hacerme caer con rudeza en un amasijo de tinieblas, y todo eso solo con tus palabras...

Llegó un punto en el que le acabé admitiendo a mi amiga que estaba perdidamente enamorado de ti (por aquel entonces, ella prefería que mantuviera distancias contigo; fue capaz de ver lo que yo no pude, que aquello me estaba consumiendo), y no sabes el miedo que sentí, porque, sin darme cuenta, te habías metido bajo mi piel como nadie, y odiaba sentirme así de desprotegido ante alguien...

A día de hoy, analizando cada segundo que pasamos juntos, ya no puedo asegurar nada de lo que antes pensaba, ni siquiera si realmente estaba enamorado de ti... Soñé con que algún día tú y yo tendríamos un futuro cliché, de esos que todo el mundo quiere, pero la vida me confesó que tenía otros planes para ambos, y afortunadamente, lo acabé entendiendo.

El mundo sigue, la gente cambia y algunas cosas simplemente se marchitan... Pronto asumí que lo nuestro estaba destinado a ser una difusa anécdota. Ahora apenas sé nada de tu vida, pero, al menos, ha llegado a mis oídos, como a muchos otros, que eres feliz con una chica. Lo he asumido y vivo bien con ello. Quizá no llegue a averiguar nunca si realmente tenías algún interés en mí, o si eras simplemente un heterosexual que no se daba cuenta de hasta dónde podían calar sus comentarios y acciones en un chico como yo, pero al final lo lograste.

Ya no te guardo ningún rencor. Es más, quiero que te enteres, quiero confesarlo todo y por fin poder mirarte a la cara sabiendo que ambos sabemos lo mismo. Así pues, terminando de escribir este dichoso mensaje de texto, seguramente me quede debatiendo otros veinte minutos sobre si realmente me siento capacitado para darle a "enviar" y dejar que el mundo arda a mi alrededor mientras el tuyo se expande.

Sin embargo, y ante todo, quiero que sepas que te quiero; quizá no de la misma forma que hace ya un año y medio, pero te sigo queriendo de esa manera tan especial que hace que, cada vez que suena tu nombre, todas las células de mi cuerpo se activen como la primera vez. Quizá fui un miserable juego para ti, pero puedo prometerte (con mi pecho acongojado) que durante demasiado tiempo fuiste mi todo. Y, aunque quisiera, ese vestigio de ti quedará grabado en mi ser para siempre, pues uno nunca olvida a su primer amor real, incluso si te hizo sentir como bajar al infierno... 

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⏰ Última actualización: Aug 27, 2019 ⏰

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