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Después de mi encuentro con la Feña, llamé la Constanza para encontrarme con ella en mi departamento. Debía pedirle que me acompañara a la fiesta y explicarle la cagá que había quedado en mi vida en estos últimos dos días.

—Weona y qué sentido tiene entonces, minino si vas a hacerle ese favor que disfrutes un poco al wachito—Mi amiga exclamó indignada mientras le contaba todo lo que había hablado con la Feña.—Que harto weno que está, que querís que te diga.

—Coni no es un favor, es algo que tengo que hacer porque no me queda de otra—Le di una calada a mi cigarro.—Pero tení razón, se me cayó la cara cuando me dijo que no me lo podía tirar. Pa que te voy a mentir si está harto rico.

—Aún asi mala la Feña. Pero sabís que no me sorprende, desde chica ha sido mala la weona—Suspiró. —Además por algo la dejó, si la Feña es una insoportable culiá como persona imagínate como esposa. Que calvario conchetumadre. —Era tan cierto.

—¿Qué pasa si funciona?—Aplasté la colilla en el cenicero y tomé un poco de jugo.

—Maite mientras más lo pienses más dificil será. Debes tener mente fría en esto. Es un weón más, así de simple. Y si funciona mucho mejor—Tomé otro sorbo de jugo y me paré a dejarlo en el lavaplatos.

Tenía razón solo debía hacerlo. Mientras más rápido consiguiera tenerlo comiendo de la palma de mi mano, más fácil sería deshacerme de la Feña de una vez por todas. Simplemente era uno más.

—Ahora, hablando del carrete ¿Con que irás?

Me encogí de hombros. Siempre había sido despreocupada con eso, con verme presentable estaba bien.

—Con cualquier weá —rodó los ojos mientras abría la puerta de mi pieza yéndose directo al closet—Se nos está haciendo tarde weona. Me voy a duchar por mientras.

Entré al baño y amarré mi cabello en un moño alto para no mojarmelo. Abrí el agua caliente de la ducha, permitiendo que me mojase entera. Puta que era relajante esta weá. Estaba enjabonándome cuando me fui en volá pensando en el Charles. Siempre lo había encontrado rico, para mí no era una tortura tener que jotearmelo. Se veía más mino todavía con esos tatuajes, se los recorrería todos con la boca.

—Yapo weona sale que estoy que me meo—Toda la nube de mis pecaminosos pensamientos se cayó al escuchar a la Coni tocarme la puerta con insistencia.

—Ya voy—Grité.

Salí rápido de la ducha y me enrollé en una toalla para abrir la puerta. Caminé hasta la pieza y habían dos vestidos planchados encima de la cama. Tenía tantas weás que ni sabía lo que tenía. Al trabajar con tantas marcas dejan que te lleves lo que más te guste, por lo mismo tenía mucha ropa que ni usaba.

—El tuyo es el rojo y el mío es el negro—Gritó desde el baño.

Me estaba maquillando cuando mi teléfono sonó, era una notificación de Instagram. Me paré a buscarlo al comedor y cuando lo desbloqué recordé lo que había hecho la Feña con mi teléfono.

charles.20aranguiz te ha comenzado a seguir.

                                                                                  ***

Llegamos a la disco y ésta estaba repleta. Había mucha gente esperando entrar. Nos pusimos en la fila y simplemente nos dedicamos a esperar.

Saqué un cigarro de mi cartera y lo prendí nerviosa. Estaba enfocada mirando el estacionamento que se encontraba repleto hasta que una conversación captó mi atención.

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⏰ Last updated: Nov 08, 2019 ⏰

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Las reglas del juego «Charles Aránguiz»Where stories live. Discover now