00; Parte Única

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Desearía poder odiarlo, desearía poder odiarlo.

Esa frase, ese deseo ha estado atascado en mi cabeza durante tanto tiempo ya... Estoy cansado, verdaderamente cansado.

No recuerdo cuando fue la última vez que dormí bien, no recuerdo cuando fue la última vez que me fuí a la cama sin derramar una lágrima, sin ese sentimiento de ahogo en el pecho, sin ese nudo en la garganta.

Estos síntomas me han estado acompañando por un largo, largo tiempo ya y solo puedo decir eso: que estoy cansado.

Despierto todos los días esperando que sea diferente, esperando que tu sonrisa no me provoque lo que me provoca, esperando que tu risa no se grabe en mis tímpanos, esperando ser capaz de lidiar con tu angelical imagen, no caer en el gancho de tus hermosos ojos, esperando no amarte más que ayer.

Pero nunca pasa, nunca.

Realmente desearía tanto no amarte como lo hago, porque duele, de verdad duele. Siento este peso en el pecho, que quema y me desgarra, es como un monstruo egoísta que solo quiere tu atención y al no obtenerla se desquita conmigo, y me lastima sin piedad.

¿Por qué fuí tan tonto como para enamorarme de ti? No es justo.

Todo sería mucho más fácil si no fueses tú, todo sería más fácil si no fuese él.

Hoy me desperté sin ánimos, ayer podría ser considerado el peor día de mí vida y estoy seguro de que hoy será peor.
Y es que, ¿Cómo se supone que deba lidiar con el hecho de que estés con mi mejor amigo?

Sigo en la esquina de mi cama pensando en todo y nada a la vez, mis ojos se nublan solo con recordar la forma en la que le miraba, la forma en la que se miraban.

La forma en la que se besaban.

Con tanto amor y anhelo, con tanta ternura y cariño.
Lágrimas pequeñas comienzan a brotar de mis ojos, pero las limpio inmediatamente, tenía que alistarme para salir, hoy teníamos práctica y grabaciones, sería un día largo y debía recomponerme.

Decido comenzar a alistarme, cambiar mi ropa, peinar mi cabello, lavar mi cara y maquillar mis ojos. No quería tener que dar explicaciones, suficientes preguntas recibiría por haber dejado anoche la sala  de aquella forma durante "el gran anuncio" de Jimin y Jungkook.

Me dirigí hacia la puerta y toqué mi pecho creyendo que de esa manera disminuiría mi dolor, luego palmeé mi rostro con ambas manos, colocando la mejor sonrisa que podía permitirme y abrí la puerta.

Tenía que ser fuerte, tenía que mantener la compostura y estar feliz, debía estar feliz.

Pero la suerte nunca estuvo de mí lado.

De todas las personas que podía encontrarse recién al salir de su ahora fría habitación, ¿Por qué el?
Me quedé congelado ante la imagen del pequeño rubio frente a mi. Estaba de espaldas a mi persona en un principio, pero giró inmediatamente escuchó la puerta, supongo.

Y me miró, me miró como un buen amigo mira a su mejor amigo cuando deduce que este está pasándola mal, con cariño y preocupación tangible.

— Taehyungie... — Dijo con su bonito rostro deformándose en dolor al mirarme.

Fue acercándose hacia mi a paso lento, quizá tanteando el terreno. El me conoce mejor que nadie, no quiere lastimarme y como no sabe que es lo que me está lastimando contempla incluso la posibilidad de que sea él quien me está causando dolor... Siempre lo hacía, pero esta era la primera vez que aquel pensamiento, el cual bauticé como estúpido y sin sentido cuando me lo comentó por primera vez, estaba atinado.

🥀I Wish I Could Hate Them (KookMin/KookV)🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora