Era un domingo por la mañana, abría poco a poco los ojos y notaba como los rayos del sol iluminaban la habitación, se podía ver como esos colores cálidos invadían la frialdad de la habitación que había dejado la obscuridad de la noche, a medida que pasaban los segundos las sombras se iban desvaneciendo e intercambiaban su lugar con la luz. Me tallé un poco los ojos para despertar y me senté en la cama y di un ligero bostezo para después levantarme y estirarme para terminar de alejar la somnolencia y empezar el día.
Sacudí mi cama para después volver a hacerla, quería que quedara mi cuarto arreglado para cuando saliera, baje por las escaleras con dirección hacía la cocina para servir un vaso con agua de la llave para regar el pequeño bambú que recientemente había estado cuidando. Subí para darle el agua a la planta y fui a darme un largo baño con agua caliente.
Varios minutos después salí del baño y me dirigí a mi cuarto para empezar a vestirme, veía mi ropa y no sabía que ponerme, hoy me vería con mi novia además de que no sabía cuál era el mejor atuendo, al final decidí un pantalón de mezclilla negro y una camisa de manga larga de color negro con unas zapatillas deportivas de color negro también traía una chamarra de mezclilla de color azul, si, podrá parecer que voy muy de negro o estoy de luto pero en realidad me gustan esos colores, me puse un colguije que era especial para mí, y baje para desayunar algo, nos veríamos a mediodía y aún faltaban un par de horas.
Me preparaba unos panqueques con un poco de mermelada y un vaso de jugo de naranja, mientras comía prendía la televisión para ver las noticias, en la sección del clima decían que iba a ser un día soleado con un buen clima mientras que en las noticias normales no aparecía nada malo, parecía que iba a ser un día perfecto.
Cuando acabe de desayunar limpie mis trastes, tome mí celular que había dejado cargando toda la noche y salí de mi casa, no me había despedido de mis papás ya que todavía estaban dormidos, trabajan toda la semana y el domingo era su único día de descanso así que no quería despertarlos. Cuando salí de mi casa le mandé un mensaje a Michel, ese es su nombre, le avisaba que ya estaba en camino y que no tardaría mucho.
Tome el transporte público para ir a la plaza donde nos veríamos, aun decidiríamos que haríamos cuando nos reuniéramos, cuando me sentaba en un asiento del vehículo me asomaba en la ventanilla del mismo para observar el paisaje que recorría, podía ver como pasaban los árboles, las personas, los edificios de diferentes tamaños, era fácil notar como la ciudad no tenía lo último en tecnología, pero tampoco estaba atrasada, era una ciudad que iba a su ritmo, pero siempre adelante. Cuando voltee a ver a los pasajeros pude ver a una chica que igual veía por la ventana, pero, mostraba una mirada perdida, aunque curiosamente también encantadora, regrese mi mirada hacía el paisaje para seguir recorriendo lo que veía con la vista mientras pasaba el tiempo para la llegada hacia la plaza.
Había pasado alrededor de cuarenta minutos desde que había tomado el camión, ya estaba cerca del lugar acordado, cuando llegábamos al destino los pasajeros uno a uno empezábamos a descender del vehículo, cuando empezaba a caminar haca la salida note como había una pequeña libreta de cuero, sus hojas estaban cosidas se podía notar a simple vista que era un empastado de calidad, realmente parecía algo único pero me di cuenta de otra cosa, estaba en el lugar donde estaba aquella chica que vi, lo tome rápidamente y baje del autobús para encontrar a la chica lo más rápido, mi mirada se dirigía por toda la plaza, el lugar donde habían bajado, solo pasaron unos segundo para que la encontrara, había caminado unos metros, camine rápidamente hacia ella pero en un parpadeo desapareció, fue como si se hubiera esfumado en el aire, fue algo extraño, aún tenía la libreta en la mano y de mi muñeca empezó a emitir un sonido, era mi reloj el cual estaba sonando por una alarma que había colocado para recordarme el no llegar tarde a mi cita por así decirlo de alguna manera. Apenas era la hora acordada y ya estaba en el lugar, había dejado el pequeño cuaderno en una de las bolsas internas de mi chamarra, después la revisaría a fondo, mientras estaba sumido en mis pensamientos cuando un par de manos en lo que es mi abdomen, me abrazaban delicadamente con la suficiente fuerza para no dejarme ir, agarre las manos con la misma delicadeza del abrazo y solo pude sonreír, la mano se sentía suave y era delgada, esa sensación la podría reconocer en cualquier lado, era su mano.
- ¡Te extrañe tanto! – fue lo primero que se me ocurrió al momento, realmente tenía, no, tengo ganas de verla y siempre las tendré. Me voltee a verla mientras soltaba sus manos.
- Hey, no es divertido si no es una sorpresa- ponía una cara de inconformidad, un puchero, no se podría ver más linda, pero al momento cambio por una gran y radiante sonrisa mostrando una felicidad inhumana.
- No me podrías sorprender, siempre cuando sea te reconoceré- me acercaba a ella lentamente mientras la tomaba de la cintura, nuestros labios se empezaban a encontrar, cerraba mis ojos y una suave, cálida sensación me envolvía mientras mi corazón se aceleraba por ese hecho, no es la primera vez que lo hacía, pero nunca deja de emocionarme.
El beso duraba un par de minutos hasta que nos separábamos lentamente y a la vez que abría mis ojos veía los suyos, el hermoso café de sus ojos resaltaba en su piel que, a pesar de no ser tan clara, pero eso era lo que lo hacía ver tan hermosa.
Después de eso caminábamos hacia la plaza para empezar nuestra cita, mientras disfrutábamos de lo que había, primero nos dirigimos al cine, después tuvimos una comida en una cafetería cercana y disfrutábamos de la comida. Cuando dio la noche caminábamos por la ciudad, después de todo su casa estaba cercana, la deje en la puerta de su casa y nos despedimos con un cálido beso.
Cerro la puerta y empezaba a dirigirme hacía la estación de autobuses para emprender el camino a casa, pero no me había dado cuenta de algo ya era tarde para hacerlo el último paso hace quince minutos, solo pude soltar una carcajada y seguir caminando, aprovechando el tiempo en el que iba a recorrer saque el libro que había tomado de la chica y empecé a examinarla, el color negro quedaba bien con cuero tenía un pequeño broche para evitar que se abriera, separe el broche y la abrí, lo primero que vi era un símbolo adentro de la portada era algo raro que no le encontraba forma, donde empezaban las hojas había una frase escrita, "Despierta, ten cuidado", al principio me impacto, ¿A quién le era dirigido el mensaje?, no podía ser yo, todo era una casualidad.
Revise el resto de hojas, pero estaban vacías, las hojas eran color crema, pero todas estaban vacías, excepto la primera, guarde el pequeño libro donde antes y seguí caminando. Cuando llegue a mi casa y entre nadie lo noto parecía que no me había esperado, subí a mi cuarto deje mi chamara en mi escritorio y me acosté en mi cama, después todo se volvió negro. Me había quedado dormido.
YOU ARE READING
ZERO - Until Reborn
RandomAlgo raro esta pasando, ¿Por qué las cosas empezaron a ser dramáticamente diferentes?, entérate de lo que pasara en esta aventura.