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Las luces eran lo suficientemente tenues para que el lugar no cayese en una oscuridad completa, el restaurante se encontrara tranquilo y de apariencia elegante.
El peliplateado pasó una servilleta por su boca, retirando una pequeña mancha de vino.
— Entonces sólo la ignoré, no comprendo cuál es su dilema conmigo, los años ya pasaron uno necesita madurar ¿no?...-La castaña paró de hablar– Taehyung, ¿me estás escuchando?

El susodicho asintió con la cabeza, sin mirarla en ningún momento.  Fácilmente, Dahyun vería el aburrimiento en sus ojos, desde que pasó a recogerla no ha parado de sentirse hastiado del parloteo intenso y el aroma excesivo a uva que destila la castaña.
Una vez más se pregunta, ¿Por qué aceptó comprometerse con está joven?
Y no es que Dahyun fuese mala, pero definitivamente era una beta que no atraía en lo absoluto al peliplateado, llevaban ya tres citas en un intento por conocerse antes de la inminente ceremonia y no lograba vislumbrar algo atractivo.
Tampoco es como si lo necesitara, quizá fuese para su beneficio que la atracción nula hacía su prometida le permitiría concentrarse totalmente en su exhaustivo trabajo, pero esperaba algo más interesante o divertido, a final de cuentas iba a compartir su vida con ella.

— ¿Ah si?- preguntó con un tono mordaz, Dahyun— Bueno, entonces ¿qué piensas de ella?
Taehyung no logró esconder la mueca que hizo. Tenía una memoria excelente, pero en casos como este en los que no prestó ni una pizca de interés, no le iba a ser de mucha ayuda.
No quería molestarla más, por lo que guardo silencio, sintiendo la fuerte mirada de Dahyun enfocada en él, esperando.
— No me tomes por ingenua Taehyung, la primera vez si que creí que simplemente eras del tipo callado o tímido- Dahyun dio un sorbo a su copa de vino– Pero ahora me doy cuenta que difícilmente un heredero de una gran compañía de podría permitir ser tímido.

Está vez Taehyung se permitió mirarla mientras hablaba, dejando que una sonrisa curvara sus labios.

— Y la verdad es que no me voy a desgastar más, de cualquier forma nuestro compromiso ya casi se concreta entonces no necesitamos conquistarnos el uno al otro- lo señaló con un dedo, su mirada tornándose traviesa— Pero no dejaré pasar que fuiste muy grosero, entonces tendrás que recompensarme.
Taehyung alzó una ceja.
— ¿Ah si? Y exactamente ¿con qué?

Dahyun señaló su plato ya vacío.

— En este momento no hay algo que me interese más que una tonelada de este pay.

Finalmente Taehyung soltó la primera carcajada de la noche.
No esperaba que su prometida fuera de esta manera, era inteligente, un poco desinteresada y definitivamente una glotona.
Y eso le daba un gran punto a favor a Taehyung, ya que de esa manera podría pasar por alto un gran detalle acerca del hombre con quien se iba a casar.
Su padre definitivamente había pensado en todo cuando escogió a su prometida.

— Bueno, tienes razón mi estimada, mereces esa recompensa sin chistar pero...

Guardó silencio absoluto cuando una fragancia llegó hasta sus fosas nasales recorriendo todo su sistema nervioso.
Este restaurante estaba lleno de betas, omegas y alfas pero los olores eran tan leves que eran fácilmente imperceptibles.
Tuvo que tragar saliva cuando sintió una mirada penetrante en su cuello, al escuchar como alguien más ingresaba al restaurante.
Conforme esa persona se acercaba a donde Taehyung se encontraba, la fragancia era aún más fuerte, sintió como un ligero sudor tupió su frente y manos mientras su vientre se contraía levemente.
Canela, miel y un toque de madera resultaron ser una mezcla de olor magistral.

Taehyung tosió un poco.
— Lo siento, en un momento vuelvo- le dijo a Dahyun quién lo miraba con ligero interés.
Se puso de pie y se alejó hasta el baño, que de una manera milagrosa quedaba en el segundo piso por lo que logró evitar chocar con quien fuese el dueño de aquellas fuertes feromonas.
Entró al baño y se encerró en un cubículo mientras recargó su cabeza en la puerta de este.

Feromones // KOOKV TWO SHOT Donde viven las historias. Descúbrelo ahora