Hola, ya veo que eres tu otra vez. Te he echado de menos. Ha pasado un buen tiempo desde que Te hable de mis amigos. Tal vez... tal vez fue hace un momento. Pero ahora estoy aquí para que volvamos a hablar de nuevo.
Ya ha pasado un año, si. De seguro has de pensar que ha pasado todo este tiempo, lo se. Y aquí vamos de nuevo...
-Déjame que hable contigo de nuevo-
Mi vida no ha esta siendo fácil me toco vivir en carne propia como me rompían la cara todos los días. Me toco vivir como mi mamá no hacia nada ante esto. Su trabajo era mas importante que yo, Siempre lo ha sido...
Me ha ido bien en clases pero me obligaron todo este tiempo a hacer las tareas de mis amigos. Siempre me gusta ayudarlos en lo que puedo, para ellos siempre puedo y siempre podía. Pero cuando no, me obligaban a tener que hacer cosas que no quería para complacerlos. Me rompían mis cuadernos, me escupían, me arrastraban por el suelo y para ellos era divertido. O bueno, yo los notaba reír a carcajadas, aunque a mi no me hacia gracia, no me divertida cuando tenia que hacer lo que ellos quisieran. Aunque bueno, eran mis amigos, y para ellos siempre puedo y si no pues me enseñaron a buscar la manera.
Paso el tiempo y con el tiempo se cansaron de jugar conmigo. Deje de ser alguien divertido e interesante para ellos, ya no me golpeaban mas, ya no jugaban conmigo. Aunque seguían pidiéndome las tareas, siempre pude para ellos. Y no entiendo como yo siempre pude estar ahí para cualquier cosa para mis amigos, y mi mamá nunca pudo estar ahí para mi.
Con el tiempo entendí que ella era feliz ahí en su teléfono, era feliz con quienes estaban detrás de esa pantallita luminosa. Lo entendí después de un tiempo. Entendí que ella y mis amigos ya eran felices con otras personas y no necesitaban mucho de mi, aunque siempre necesite de ellos... siempre necesite de un abrazo y un beso de mi mamá...
Entendí que si las personas que quiero y amo son felices contras ajenas a mi, es mejor así, siempre he querido ver felices a todos mis amigos, a todos los que están conmigo , y si no son felices conmigo, y son felices con otras personas, me hace feliz. Aunque no me sienta bien. Lo importante es que ellos sean felices.
Nunca tuve a quien llamar cuando estuve mal, nunca tuve en quien confiar, nunca tuve a quien contarle mis problemas. Siempre me tuve a mi mismo. Y ni yo mismo sabia darme ese amor que tanto necesitaba...
ESTÁS LEYENDO
:NUESTRA HISTORIA:
Short StoryLuis y Alyssa, dos almas desconocidas que vagan en su complejidad mental, destinadas a conocerse, destinadas a amarse, a complementarse, pero no destinadas a estar juntas...