My Kid, Chucky.

PROLOGO.

Era una mañana algo abrumadora, para nuestra querida protagonista. ____.

No era alguien con una energía lo suficientemente larga, para socializar mucho tiempo con seres humanos.

Así que su cumpleaños, era una fecha que no le emocionaba precisamente. Por su desgracia, ese día era hoy.

Se preparó mentalmente por varios segundos, le esperaba un largo y agotador día.

Minutos más tarde, se encontraba frente a un pastel. Siendo grabada mientras le cantaban aquella célebre canción.

Que irónicamente, todos deseamos cantar, sin embargo, no a que nos la canten.

Aquel bochornoso momento ya había pasado. Sin embargo, faltaba la parte más difícil. Los regalos.

Es el momento, donde el rostro tiene que mostrar sorpresa, emoción y felicidad auténtica. Había un pequeño problema, ____ no sabía mentir.

Simplemente, porque lo que recibía normalmente era algo muy alejado a sus gustos.

En fin, primero fue por el más grande. Preparaba su rostro para lo que venía, sin embargo, el resultado le había dejado perpleja.

— ¿Un buddi? —.Tocó superficialmente la caja. Era intrigante, aunque no le emocionaba del todo.

— Sabemos que no te gusta, pero, te hará bien tener alguna compañía mientras no estamos en casa —.Habló su Padre, tenía razón pero no estaba de acuerdo. Amaba su soledad como para tener a un muñeco de "compañía" ¡Ya no tenía 5 años!

Bufó como respuesta, sin embargo, no le quedaba otra opción. Si quería tener a sus Padres contentos y muy alejados de tocar su soledad. Todo iría bien, según ____.

"Espero, que se les olvide pronto".