Cambio De Cuerpo [Emiliaco]

Veintinueve: 1, 2, 3...

Narradora.

Las visiones de los dos chicos se volvieron completamente oscuras, claramente se habian desmayado.

Se despertaron, en dos lugares distintos, no era la realidad, era como un sueño.

Donde estaba Joaquín era un prado, lleno de girasoles y donde estaba Emilio era también un prado, pero lleno de tulipanes.

- ¿Donde estoy? - dijo Joaquín confundido, miro a su alrededor buscando señales de Emilio pero no lo encontro.

Joaquín.

Mire a mi alrededor claramente no estaba en la realidad, ni sabia donde estaba.

- ¿Donde estoy? - mire buscando a Emilio, pero no estaba. De repente, mire mi cuepo - ¡Estoy en mi cuerpo! - toque mi pelo, mi cara, mis brazos y si estaba en mi cuerpo. No puedo creerlo ¿Como paso? Y ¿Donde esta Emilio? - ¡Emilio! - grite - ¡Emi! - Volvi a gritar. La desesperación empezó apoderarse de mi, no sabia que hacer.

En eso escuché voces o... ¿Criticas?

- marica

- ay quiere llorar

- estupido

- inútil

- ¡Corre! Ve con tu mamita

- afeminado

- Me das lástima

Miles de voces sonaban en mi cabeza.

- ¡Ya callense! - grite, pero esas voces no se callaron, peor empezaron a gritarme.

Emilio.

Al despertar, vi que no estaba en la realidad. Mire mi cuerpo, ¡Estaba en mi cuerpo!

- ¿Donde carajos estoy? - hable, mi voz se escuchó como un eco - uhh, aver, ¡Eco! - grite y si se escuchaba como un eco, que loco. Al mirar bien me di cuenta que no estaba con Joaquín - Joaco... ¡Joaquín! - grite y escuche algo más bien a alguien.

- ¡Emilio! - era su voz, era Joaquín.

- ¡Joaquín! - volvi a gritar, al parecer no me escuchaba, pero yo si a el - ¡Tranquilo! ¡¿Puedes escucharme!?

- ¡Emilio! - su voz sonaba triste, como queriendo llorar - ¡Ya callense! - espera... ¿Con quienes estaba?

En eso, entendí la razón, miles de voces empezaron a ¿Criticarme?

- nenito de mamá

- no sabes hacer nada bien

- Solo consigio fama Gracias a su papito

- niño mimado

- ¿Tienes miedo?

- pobre. Nunca sera como su padre y su madre.

- ¡¿Quienes son?! - la voces no paraban, seguían, empezaron a gritarme - ¡Basta! ¡Basta! - gritaba.

Mire hacia atras, una sombra, más bien, oscuridad se acercaba ami, corri lo más rapido que pude tratando de no caerme.

Narradora.

Corrieron y corrieron, una inmensa oscuridad los perseguia a ambos. Lo único que no querian, que los alcanzará.

- ¡Emilio! - grito el joven Joaquín.

- ¡Joaco! - respondio también gritando.

Sus miradas se encontraron, no dudaron ni un segundo y corrieron hacia ellos, juntandose con un abrazó.