118

43 5 1
                                    

Al cambiarme de ropa,Mingyu entro a mi antigua recamara,traía un pequeño tazón con fresas la cual ya estaba comiendo.

-No había nada de comida,por suerte Ximen dejo algo de fruta y alimentos-comentó mientras comía fresas,yo estaba recostada en mi antigua cama amplia,a pesar del tiempo aquí,aun era cómoda,aun seguía molesta conmigo misma-

-¿Qué tienes?-preguntó mirándome-

-Nada-respondí en reproche-

-No lo parece,¿qué ocurre?-preguntó insistiendo-

-Olvídalo,me voy a dormir-respondí acostándome,le di la espalda y me cubrí con una manta completamente-

-¿Qué pasa?-preguntó subiéndose a la cama-

-¿Por qué me haces sentir mal?-pregunté reprochando-

-¿De que hablas?-preguntó confundido-

-¿No te gusto?-pregunté enderezándome,mi rostro se topó con el suyo-

-¿Por qué preguntas eso?-

-¡Deja de responder con preguntas!,mejor olvídalo-respondí molesta,estaba a poco de recostarme de nuevo y cubrir mi rostro,pero Mingyu me tomo del brazo y me levanto de nuevo-

-Explícate-ordenó mirándome-

-Es sólo que...cuando estamos solos...ay olvídalo,es complicado-Mingyu volvió a sujetarme del brazo para evitar que me acostara-

-¿Acaso crees que no quiero?-comentó aun sujetando mi brazo,sus ojos se volvieron obscuros-

-Hazlo,por favor-suplique apenada-

-Esto debería ser especial para ti,no de este modo-comentó sin apartar sus ojos de los míos-sabes que tan difícil fue controlar mis instintos en aquel hotel,Zheng,ya no puedo mirarte y no tocarte-

-Olvídalo-me acosté en la cama dándole la espalda-

-Algún día estaremos juntos,tendremos una familia y no tendremos que huir mas-comentó mientras me abrazaba,se había acostado a un lado mio para poder abrazarme-

Una gran sonrisa se dibujo en mi rostro,imaginar un futuro con él era hermoso.

Me desperté en un instante,Mingyu seguía abrazándome nos habíamos quedado dormidos en esa posición,salí de la cama con mucho cuidado,no quería que se despertara por mi culpa,salí de la casa a tomar algo de aire,la sonrisa que estaba en mi rostro desapareció siendo remplazada por enojo y seriedad.

-Salgan-ordené molesta,había sido rodeada por los estúpidos guardias de mi madre-

-Suba al auto-ordenó uno de los guardaespaldas-

-¿Por qué debería obedecerte?-pregunté-

-Suba si no quiere que su amigo sea despertado por culpa de  una golpiza,de todos modos usted vendría con nosotros,pero sería mas complicado-respondió el hombre-

-No te atrevas a lastimarlo-comenté furiosa-

-Suba al auto y su amigo estará bien-respondió una vez mas-

Subí al coche sin dudarlo,el bienestar de Mingyu era mas importante.


Atrevete a AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora