Los Números, El lenguaje de Dios

Capitulo II

Los números y los símbolos.

El Número 1 representa Al Padre.

Jesús lo llama Padre, porque de Él salió, por eso el Padre lo identificamos con el número 1, a Jesús con el número 2 y al Espíritu Santo con el número 3.

¡No me malentienda! No quiero decir que el Padre, sea mayor que El Hijo, o que El Hijo sea mayor que El Espíritu Santo, ¡no! Ellos tienen el mismo Poder y los mismos atributos. Son UNO, como lo referí anteriormente. Sólo que ELLOS se representan con estos números, así se puede entender su ministerio y personalidad.

El número uno simboliza la ley (El Padre) y el número dos simboliza la Gracia (Jesús), por esa razón cita la escritura en Mateo 5; 41. Y cualquiera que te obligue a ir una milla (Ley), ve con él dos, (Gracia), Jesús, uno antiguo testamento (Ley), nuevo testamento (Gracia) Jesús.

El Número 2 representa a Jesús y la gracia.

¿Por qué se identifica a Jesús con el número 2?

El primer ser humano: Adán (hombre perfecto), pecó contra Dios. Tenía que venir otro Adán (hombre perfecto) a redimir a la humanidad y no se halló nadie perfecto entre los hombres, porque todos vivían en un mundo de pecados, a causa de la desobediencia de Adán, todos somos pecadores.

Cada hombre y mujer tiene la simiente del pecado. Por esto, Jesús se hace Hombre Perfecto, para salvar a la humanidad, el segundo Adán. Aquí aparece el número 2. En Jueces 6:25 y 26 Jehová le dice a Gedeón que sacrifique un toro, pero le exige que no sea el primer toro, sino el segundo, representaba a Jesús el segundo Adán, era Él que podía redimir a la humanidad. Otra vez aparece el número 2.

Elías, en el monte Carmelo, sacrifica el segundo buey, el primero lo sacrificaron los hijos de Israel, a Baal su dios. Número 2. (1 Reyes: 18).

Prosigue leyendo otro texto bíblico, Apocalipsis 1:11-18,

"Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último...Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro, y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro. Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego; y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas. Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza. Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades"

De este texto bíblico se obtiene el resultado siguiente:

ü Yo soy el Alfa y la Omega. Dos letras del alfabeto griego (número 2)

ü Sus ojos como llama de fuego: todo lo ve en el cielo y en la tierra; todo lo sabe; habla de dos lugares, donde todo lo escudriña; el cielo y la tierra (número 2).

ü Sus pies semejantes al bronce bruñido, como en un horno; dos sitios de autoridad, en el cielo y en la tierra por su sufrimiento y victoria; (número 2), (el bronce simboliza el sufrimiento, el horno representa la prueba y bruñido o brillo, es el resultado final de la prueba).

ü Y estuve muerto; dos estados del cuerpo de Jesús; muerto y vivo (número 2)

ü De su boca salía una espada aguda de dos filos; Justicia y juicio, Salvación o condenación, dos sentencia, vida o muerte (número 2).