Un perfecto vampiro

Prólogo

Después de haber devorado un siervo, las hojas bajo sus pies con cada paso que da sangre que escurre por su boca cae sobre estas, se encaminaba de vuelta a su cabaña no sabía la hora que era, el tiempo lo había dejado de contar desde que su especie se había extinto por completo, pero estaba más que seguro que eran pasadas de las 6:00pm. Un extraño ruido le hizo detener sus pasos y activar todos sus sentidos en modo alerta, cualquier cosa que apareciera la degollaría en menos de un segundo, pero ahí fue cuando el silencio se volvió a hacer presente, miró al cielo, se miraba nublado y eso lo aliviaba ya que las nubes le cubrían de los rayos del sol, una parvada de cuervos voló sobre su cabeza, lo cual fue muy extraño, decidió seguirlos sin esperarse lo que estaban por ver sus ojos.

La parvada de cuervos se colocaba sobre una gran montaña de hojas secas, pero ¿qué había debajo de ellas? Sin cuidado espantó a la parvada con ayuda de sus manos y una vez alejadas lo suficiente, escarbó precavido la montaña de hojas y una vez terminado de habar sacado una gran cantidad se detuvo al ver algo blanco bajo estas, era... ¿Piel? Un extraño ruido salió de la cosa que se ocultaba bajo las hojas... una especie de quejido, sin cuidado comenzó a quitar de apoco a poco, primero salió un brazo luego una camisa de botones blanca, parecía un cuerpo masculino, un cuello... un pedazo de cabello color como el trigo y por último un rostro acomodado de perfil, era curioso de como todo su cuerpo se encontraba boca arriba pero su cabeza de lado, su piel era demasiado pálida, su cabello caía sobre sus ojos y sus labios parecían estar manchados de...¿sangre? ¿Cómo era posible ?No podía existir alguien igual a él, él era el último vampiro se ese cruel mundo o...¿siempre estuvo equivocado? 

Otro quejido le hizo detener sus pensamientos, sus ojos se dirigieron a una de sus manos que cubría parte de su abdomen, con ayuda de su pie movío la mano y miró sangre coloreando la camisa blanca, la cual parecía extenderse cada vez más. Estaba dispuesto a dejar a aquel extraño, pero si era como él ya no sería el único de su especie y quizás si lo ayudaba le ayudaría a descubrir que aún había más como ellos... pero ¿y si era una trampa?¿Qué debía hacer? 

Un centenar de preguntas se hicieron presentes pero su mente colapsó en el momento que recordó y si... ¿Es aquel de la profecía? Aquel ser que llegaría a cambiar a la humanidad, no podía ser o ¿si?

Sin darle más vueltas al asunto le tomó en brazos y le llevó consigo de vuelta a su cabaña.