Encuentro Con Mi Destino.

Amor Real.

"No tengo más alternativa que seguir amandote."
—Tonight, SHINee—

Taemin me iba contar lo que había sucedido con él, yo tenía miedo, no sabía como reaccionar y por eso mismo buscaba retardar ese momento.

¿Y sí perdió un bebé? ¿Y sí estaba enfermo? Muchas preguntas pasaban por mi cabeza, escuché a mi novio cerrar la llave del baño y me puse aún más nervioso, me senté en el borde de la cama y fingí escribir en mi teléfono, el se acercó a mí y me quitó el aparato y se sentó en mis piernas, acurrucandose sobre mí, a pesar de que él era alto yo lo era más, y el parecer un tierno bebé a mi lado.

—¿Estás listo Min? Ahora te diré lo que sucedió conmigo.

Tragué grueso ¿podría soportar la verdad? ¿Se sentiría el bien diciéndome?

—Amor, si no quieres decirme está bien, podemos olvidar el pasado y vivir bien, yo te amo y tú a mi.

El me hizo guardar silencio con un beso.

—Descuida, quiero hacerlo ¿Estás listo tú para escucharme?

¿Estaba listo yo? Realmente no, aún así asentí, el tomó mi mano derecha y me hizo tocar su cicatriz.

—¿Recuerdas tu promesa?

Volví a asentir más nervioso.

—Sí, no juzgarte sin escuchar tus razones.

—Minho. Yo estuve enfermo, de hecho muy enfermo, y lo peor era que tenía pocas probabilidades de sobrevivir.

Okay, con eso descartaba la idea del aborto, pero algo dentro de mí se rompió al escucharlo decir eso, sabiendo que aún estando al borde de la muerte se fue, y estuvo solo sin nadie a su lado, guardé silencio para terminar de escucharlo.

—Mis riñones no funcionaban, en un principio pensé que podía estar embarazado, pero no, en vez de recibir una buena noticia cuando fui al médico me dijeron que quizás tenía poco tiempo de vida, por eso me alejé de ti, era mejor desaparecer así, que dejar el trago amargo de mi muerte.

Ante sus palabras mi corazón se apretó, eso jamás podría resistirlo, apreté mis puños para evitar que el notara el temblor de mis manos.

—Por eso opté por viajar a Japón como me lo recomendó el doctor Shin. Al llegar allá me esperaba el que sería responsable de mi tratamiento. El Cirujano Oncólogo Kim Kibum, aunque le gustaba que yo lo llamará Key… él hizo todo lo posible con el tema de trasplante y de mis cuidados.

—¡Trasplante!... —me sorprendí mucho con esa información—. ¿Tú te sometiste a un trasplante renal?

—Sí. Pero no fue precisamente en Japón, nos tuvimos que trasladar a Suiza para eso. Kibum estuvo a cargo del equipo médico y de mi recuperación, fueron momentos difíciles, pues tú sabes que el cuerpo podía rechazar el órgano trasplantado.

—Taemin, yo me estuve preguntando el porqué de tu partida tan inesperada… fueron noches en vela esperando una llamada o un correo. ¿Pensaste en mí en algún momento?

—Desde que comencé el primer tratamiento que no funcionó, lloraba cada día esperando poder sobrevivir para volver a ti, suplicando que siguieras amándome, claro que pensé en tí, no hubo un día en el que no lo hiciera. Por suerte ahora estamos juntos, yo ya estoy bien.