-Platina!- oí una ultima vez; un sonido claro y nítido, lo suficientemente real para despertarme
-Srta. Platina!- escuché la voz de Iván de repente (sabe Arceus en que momento había sido capaz de dormirme)-despierte; estamos llegando a pueblo Arena- su rostro reflejado en el retrovisor del destartalado coche me transmitía la misma calma de siempre por lo tanto adopté el mismo estado.
-gracias Iván por despertarme; que vergüenza el profesor me viera así- dije mientras arreglaba mi vestido y mi cabello desordenado, intentando tal vez intuitivamente deshacerme del recuerdo de aquel disparatado sueño; miré por la ventana y me encontré con la vista al mar que tenía en casa (la cual me hacía sentir más que feliz y me daba una buena impresión del pueblo.) Iván me abrió la puerta del coche y bajé a conocer al famoso "Profesor Pokemon Serbal" golpeé suavemente la puerta del edificio y salió de él un hombre anciano y serio (el cual me produjo aún más intimidación de la que me imaginaba pudiera caber en mi) pero yo Platina Berlitz no soy ninguna cobarde.
-Buenas tardes Profesor.- dije mirándolo a los ojos igual de seria que él.
-Buenas tardes- mencionó mientras una sonrisa aparecía en sus labios, sentí como la tensión se disipó y el profesor amablemente me invitó a entrar a su laboratorio
-Profesor Serbal, disculpe mi indiscreción e impaciencia pero... ¿para qué necesita mi ayuda?- le pregunté mientras lo seguía
-Platina Berlitz, has sido elegida para ayudarme a completar esto- me dijo mientras me entregaba un pequeño aparato- esto es una pokedex, es como una enciclopedia digital; los datos de cada pokemon que veas o atrapes se almacenarán automáticamente allí- me explicaba con paciencia
-y el color...- dije sacudiendo un poco el aparato
-creí que le sería más cómodo de utilizar si era menos serio- dijo el profesor rascándose tras la nuca con nerviosismo, era un hombre considerado... un abuelo tal vez
-y usted... quiere completarla verdad?-dije con una sonrisa
-así es, lo haría yo mismo pero soy muy viejo y no puedo viajar mucho.- me dijo mientras miraba por una ventana del laboratorio
-entiendo- mencioné mientras miraba el aparato (rosado con toques en blanco) –pero mi otra duda es la siguiente- procuré mantener un ligero tono monótono acostumbrado (algo que estuve practicado mucho ya que no es cosa simple para una niña de apenas 14 años entonces) y procuraba disimular mi curiosidad- ¿Qué es lo que contiene ese huevo que me ha obsequiado?
-contiene un compañero; se trata de un pokemon muy especial...- un crujido proveniente del huevo interrumpió su explicación- enseguida lo verás, ya ha estado el tiempo suficiente en esta incubadora- me dijo el profesor mientras que saludaba con la cabeza a Iván quien estaba sonriendo amablemente desde el pórtico del laboratorio, el profesor con sumo cuidado quitó la maquina del coche y me la entregó con la sangre fría de siempre pero acompañada de un guiño
-esta bien, creo que ya ha sido demasiado misterio?- yo todavía no sabía que iba a salir de ese huevo pero mi curiosidad pronto se iba a ver satisfecha; al partirse un poco más la cáscara del huevo pude ver un pequeño pico naranja asomar fuera y luego unos ojos verdosos e infinidad de plumas blancas azules y celestes; no estoy segura de que expresión se habrá dibujado en mi inocente rostro pero por la carcajada de Iván estoy segura que debo haber parecido una niña a la que le acaban de obsequiar un porcehelado (especialidad culinaria de ciudad porcelana lugar donde habité un tiempo...)
-ese es tu regalo; es un pokémon de tipo agua llamado Piplup- me dijo el profesor mientras sacaba al Piplup de la maquina y me lo entregaba en manos- ¿quieres ponerle un sobrenombre?- me preguntó mientras me miraba con una sonrisa amable- eso los hará más unidos
-¡claro que sí!- exclamé sin pensarlo para luego darme cuenta de lo que dije taparme la boca con una mano- digo... si.- dije tratando de recuperar la compostura- se llamará Robin.- desvié la atención del hombre y la dirigí hacia Robin, bajé a la pequeña Piplup quien aún tenía trozos de cascara encima y miré al profesor Serbal- Profesor; usted espera que yo compile datos de todos los pokemon de Sinnoh sola...?- le pregunté algo nerviosa pues no estaba segura de que tan lejos podría llegar una niña de 14 años sola en una región con más de 8 ciudades divididas en varias rutas, unas de ellas atravesaban montañas, otras eran cuevas y otras bosques, ahora que menciono esto, recuerdo una frase muy utilizada por mi padre "el dinero mueve montañas y da veracidad a mentiras" otra falsedad que no tardaría mucho en descartar.- no estoy muy segura de que tan lejos llegaría, ni si podría serle de ayuda...-dije mirando a Robin...sinceramente estaba preocupada, tenía miedo de que al no poder ayudarle me quitara a mi recién estrenada Piplup.
-tranquila pequeña, no espero que lo hagas tu sola, también te ayudaré yo y otros dos ayudantes míos- me dijo el anciano con una sonrisa calma
-Prof. Serbal!!!!!!- un chico entró casi corriendo al laboratorio y se detuvo de súbito frente a mi- no puede ser...Platina Berlitz...- me incomodó bastante su forma de verme, no parecía una persona segura y estaba temblando bastante, en ese entonces era mucho menos tolerante con la gente; especialmente la gente insegura "como te ven te tratan; y si te ven mal te maltratan" mi madre siempre lo decía y por esto es que siempre me mostré segura.
-Buenas tardes.- le dije seria mientras me fijaba en la manta que llevaba
-¿Qué sucede Luca? ¿Te comió la lengua el Glameow?- dijo el profesor mientras lo miraba con su expresión seria de siempre
-no es así en mi caso señor, pero si a mi pequeño Midory- medio envuelto en la manta y muy herido estaba un pokemon de color verde olivo con toques dorados
-ya veo...- dijo el profesor tocando la frente del pequeño- ya te he dicho que si lo ves dañado le des una poción o lo traigas- le dijo el profesor regañándolo suavemente
-fue un golpe crítico- el chico bajó la cabeza- trataba de atrapar un pokemon para mostrárselo- el profesor posó su mano en el hombro del pelinegro. { *nota de autora: Aaaaaay que lindoooooo~~!<3* }
-no le pasará nada grave, solo sé más cuidadoso de ahora en adelante- dijo el profesor con una sonrisa- y sobre lo anterior- dio vuelta hacia mí y sonrió- ella es Platina Berlitz la hija de Aragón y Casilda- el pelinegro posó sus ojos azules en mí- a partir de ahora la verás mucho por aquí; será tu compañera entrenadora, también me ayudará a completar la pokedex.
-¡¿enserio, no bromea?!- sus ojos azules se iluminaron mientras presionaba suavemente a su pokemon contra él.
-¿Tengo yo un humor tan desarrollado Luca?- dijo el profesor mostrando su acostumbrado lado serio
-no!- dijo el pelinegro- por supuesto que no...- lo miraba aterrado.
-entonces me dices viejo amargado?- le pregunto igualmente serio levantando una ceja yo solo solté una risa apagada y abracé a Robin; la cual miraba con curiosidad todo cuanto la rodeaba incluido a Iván quien encendía el coche y lo daba marcha, tenía la orden de regresar a casa luego de traerme al laboratorio y comprobar que todo vaya bien, me despedí de él con una sonrisa y mi mejor deseo de que llegue sano y salvo a casa.
{* de vuelta luego de un buen tiempo; bloqueo creativo, artístico y también pereza crónica, todo junto, ¡que hermoso!.... no me suicidaré...por ahora*}
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Platinum Dreams (sueños de platino)
RandomHistoria que me he estado planteando desde hace mucho y pienso publicar de poco en poco :3 - Solo estaré derrotada cuando yo misma lo decida siempre lo he dicho, voy a desmentir todo lo que han dicho sobre mi, no voy a permitir que mientan sobre lo...