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Día soleado, benditos días soleados, los odiaba.

A penas y despertó un aura de mal humor se apoderó de él cuando los gritos de la planta de abajo se escucharon por toda su habitación.

Sin ánimos se levantó y vistió, y ya aseado bajó al comedor, las mismas peleas de todos los días le recibieron y antes de que sus padres lo notaran prefirió salir de ahí.

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Las cosas en la universidad no iban mejor y mientras observaba a aquellos alfas musculosos jugar con un balón de fútbol americano como unos cachorros, pensó en que estar en su cama durmiendo sonaba más atractivo que estar ahí sentado rodeado de perros hormonales.

Mientras recargaba su cabeza en una de sus manos miraba con poco interés a sus compañeros de clase, sus amigos Hoseok y Taehyung también estaban ahí persiguiendo el dichoso objeto en lo que llegaba el profesor de la siguiente clase.
Unos cuantos betas le hacían compañía en aquella prisión estudiantil pero no solía hablar con nadie más a parte de aquel par, por ello prefería ignorarlos.

Cuando por fin se digno a aparecer aquel alto y fornido alfa de cabellos tan negros como la noche, todos se detuvieron, el balón con el que jugaban se estampó en una de las grandes manos que éste uso para detener el impacto que probablemente hubiera recibido de lleno en la cara. Tan perspicaz como siempre.

ㅡTodos a sus lugares, ahora.

La potente voz se escuchó y casi pudo ver a sus compañeros obedecer con la cola entre las piernas. Él en cambio se acomodó mejor en su silla y subió una pierna encima de la otra, peinó su cabello hacía atrás y observó como los ojos profundos de aquel hombre le miraron atento.

Bueno quizás por ahora ya no quería irse.

ㅡAsí que esta es la manera en la que suelen recibir al profesor Suho. ㅡcolocó sus grandes manos sobre el escritorio y con una mirada seria repaso todo el salón.

ㅡNo es eso profesor Min, solo creímos que ya no llegaría nadie. ㅡuna beta alzó la voz en tono risueño y después le siguieron un par de murmullos.

ㅡDe acuerdo, ahora abran su libro de física en la página cuarenta y tres.

ㅡPero profesor Min, ¿por qué está sustituyendo al profesor Suho? ¿Acaso enfermó? ㅡotra voz se escuchó pero esta en cambio era la de una alfa.

ㅡEso es un asunto que no me concierne informar. De todas formas yo me encargaré ahora de la materia de física y cálculo por los siguientes dos meses, están avisados. ㅡmientras decía aquello escribía algunas fórmulas en el pizarrón dándole la espalda a sus alumnos.
Se escucharon sonidos de alegría y algunos de fastidio pero fueron totalmente ignorados por el hombre de pálida piel.

ㅡBien por ti Jimin, tendrás a tu novio en otra materia y eso significa un diez seguro. ㅡHoseok a su lado le susurraba y se reía. 

Maldijo en voz baja y sintió el rostro caliente. El profesor Min no era su novio, pero solían molestarlo con eso debido a que al parecer el hombre alfa estaba interesado en él. Lo cual era algo ridículo a su parecer, pues él simplemente era un beta del montón, no tenía nada de especial, ni siquiera un olor atractivo como los omegas del otro edificio, en pocas palabras era un persona común, contrario al tipo que parecía más bien un príncipe sacado de algún cuento y el estereotipo perfecto de muchos.

Pero el hecho de que pertenecieran a jerarquías diferentes parecía no ser problema para Min, ya que el coqueteo de su parte siempre había sido muy notorio aunque tratara de hacerlo de manera sutil.

Habían ocasiones en las que cuando iba a revisar algún trabajo, muy despistadamente el mayor le acariciaba la mano con la punta de sus dedos y luego le sonreía. Aunque sus acercamientos favoritos era cuando con aquellas manos le despeinaba su cabello rubio de una forma dulce, que solía hacer antes de salir del salón de clase.

• LOVER • [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora