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Su espalda chocó contra el automóvil negro detrás de él, al mismo momento en que Min le tomaba por las caderas. Sus labios hambrientos a penas y le dejaban respirar, el cuerpo grande y caliente del alfa le tenía aprisionado haciendo que se encogiera más en aquel lugar. Una de sus manos se apoyaba en el auto y la otra se aferraba al cuello del más alto.

Parecía haber despertado a una bestia.

Podía sentir sus labios hinchados y lastimados por las leves mordidas más no quería separarse tampoco.

El sabor del té de frambuesa de hace unos minutos se mezcló con el del café amargo que habían ordenado en la cafetería del cine, creando una dulce explosión de sabor único, el cual su paladar comenzó a sentirse adicto.

Sus lenguas se rozaban y enlazaban con ímpetu mientras sus respiraciones agitadas era lo único que se podía escuchar. Estaban en el estacionamiento casi vacío y YoonGi no pudo esperar más tiempo, no cuando ya había probado el paraíso en los labios de Jimin.

Las manos venosas subieron por su cuerpo y con suavidad le tomó por el mentón alzando más su cabeza para tener mejor acceso a su boca, el beta en cambio se aferró al abrigo del mayor cuando un escalofrío le recorrió la nuca al sentir como sus cuerpos dejaban de lado la poca distancia que hubo en un inicio. Sus caderas quedaron una encima de la otra y con cada leve movimiento una placentera fricción les hacía temblar.

ㅡE-espera... ㅡJimin separo sus labios en lo que dejaba entrar algo de oxígeno a sus pulmones pero el azabache no dejó de apretar ambos cuerpos juntos, bajó su boca y emprendió un húmedo camino hacia su cuello. Un sonido ronco salió desde su garganta y rápidamente se cubrió con una mano, la mordida juguetona del alfa le había tomado por sorpresa, las succiones en su piel le hicieron sentir una punzada en su entrepierna y en ese momento, más que nunca, deseó ser devorado por Min.

El alfa lo miró por unos instantes y ahí notó sus pupilas dilatadas, sus cabellos mojados pegados a su frente y su rostro levemente sonrojado con la sonrisa victoriosa de un cazador por tener a su presa al fin entre sus brazos.

ㅡQuiero... quiero escuchar más de esos sonidos. ㅡsintió la lengua suave pasar por todo el largo de su cuello e inevitablemente otro gemido se le escapó, los dientes filosos atraparon el lóbulo de su oreja derecha y después le mordió con delicadeza.

Las sensaciones nuevas hacían que su cuerpo se volviera más sensible y quiso grabar cada una de ellas en su sistema. El calor se expandía a una velocidad impresionante, en cambio, su mente dejaba de tener pensamientos coherentes de a poco.

Sí el alfa se lo pedía, podía entregarse a él ahí mismo.

Sin importar nada.

Sus brazos cortos se enredaron en los anchos hombros del otro poniéndose de puntillas, sintiendo entonces el atrevimiento de Min que adentró una de sus manos por debajo de su suéter y camisa. El toque frío contra su cálida piel le recordaron que fuera de su burbuja el clima no era el mejor, pero en esos momentos nada importaba más que YoonGi y él.

Una de sus manos tomó con fuerza el cabello negro de quien le dejaba mordidas y lamidas cariñosas por toda su piel expuesta, sin embargo, jalo sin querer cuando los dientes le atravesaron apenas milímetros de carne. Los dedos largos le trataron de distraer tocando su espalda con la punta de éstos, de arriba hacia abajo, siguiendo un ritmo lento y constante.

Quiso ponerle atención al hilo de sangre que sintió bajar por un lado pero el roce de su pelvis con la del alfa le hicieron olvidarlo, sumando también la lengua húmeda que fue a limpiar aquel líquido rojizo con devoción. La sensación de dolor fue opacada por la excitación del ambiente, y más sonidos vergonzosos salieron conforme los segundos pasaron.

• LOVER • [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora