Capítulo único.

2.6K 167 58
                                    

Solo escribí ésta wea para practicar escritura, quizás peque de OC pero me da igual, solo quería publicarlo.

Advertencia: (intento de) "lemon" extremadamente dulce. No exagero.

Todoroki ayudaba a Iida a no perder el equilibro rodeándolo por la cintura mientras caminaban a lo largo del pasillo de los dormitorios; sin saber porque, Iida soltaba leves risas de la nada, y sin saber porque, Todoroki lo callaba señalándole con el dedo que hiciera silencio (aunque en realidad él también reía sin razón aparente).

Seguramente no habría nadie más que ellos en los dormitorios, Momo había organizado una pequeña fiesta para celebrar la llegada de la primavera; algo simple, nada formal... aunque por esa misma razón se había salido bastante de control.

Por más correcto que fuese Tenya, a sus jóvenes dieciocho años no podría afirmarle a nadie que nunca había bebido alcohol, por insistencia de Shōto había aprendido a tener ese hábito de tomar una copa de vez en cuando. Eso sí, le disgustaba las bebidas tan mundanas como lo son la cerveza y el vodka, él era un hombre de vinos y licores dulces.

Todoroki llamo al ascensor, Iida comenzaba a impacientarse, quitándose los lentes se escondió con los pómulos carmín en el cuello del bicolor; comenzó a besarle aquella tan pálida piel acompañado de esa timidez que lo caracterizaba al intentar cualquier maniobra romántica. Ningún tipo de lujuria lo acompañaba, solo la intención de fastidiarlo.

Todoroki intentaba mantenerse serio, escondiendo los labios e intentando que sus comisuras no delataran una sonrisa como derrota.

¿Qué haces?— preguntó algo extrañado, levantando una ceja.

Iida sólo lo estrechó entre sus brazos escondiéndose en su pecho con vergüenza. Las puertas del ascensor se abrieron, ambos entraron a ese experto creador de silencios incómodos.

[...]

Iida abrió la puerta de su habitación algo ansioso, al adentrarse se dejó caer en su cama sin pena ni culpa soltando un suspiro. Todoroki, por su parte (y con los ojos entrecerrados), se acercó a la ventana balcón y abrió las cortinas dejando pasar la luz nocturna.

La habitación fue iluminada de color azulino, incluyendo a su inquilino.

Shōto se acercó a su... ¿cita? Ni él lo sabía, su relación meliflua se había desarrollado tan rápido y confusamente que no tenía idea de si estaban saliendo, eran novios o en medio de besos y caricias secretas a los demás aún se consideraban amigos. Se situó sobre él y comenzó a desabotonar su camisa a su vez que repetía la misma acción que el de lentes había hecho, aunque ahora con más malicia, mordiendo y dejando rosáceas marcas en el cuello ajeno. Tenya comenzó a reír con nerviosismo.

¡Ah! Que repulsivo...— murmuró con algo de dificultad al hablar intentando callar leves suspiros.

Entonces no hagas lo que no te gustaría que te hagan... joven padawan. —susurró contra su oído de forma seductora, pero haciendo trizas cualquier aire de romance en el ambiente y provocando que el peliazul soltara una carcajada y un buen golpe contra su hombro.

Cuando sus taciturnas risas cesaron sus miradas se conectaron y el silencio fue protagonista. Sus labios se volvieron a unir en un contacto casi necesario, como si hacerlo calmara sus tórridos corazones.

Con los sentimientos a flor de piel ambos despojaron al contrario de sus prendas. Todoroki lo admiró durante un momento; tenía frente a él a la persona de quién había estado enamorado durante meses, con la piel tan blanca, de aspecto completamente transparente, pómulos y nariz sumamente sonrojados (que no sabía si se debía al alcohol o por la vergüenza del momento... o una mezcla de ambos), lentes algo empañados y labios entreabiertos sedientos de un prohibido placer carnal.

La frase "A mi merced" resonó en su cabeza, aunque no le gustaba pensar de esa forma, Iida no pertenecía a nadie, no había persona que lo mereciera.

[...]

Tras cada embestida el vaivén se aceleraba y el ambiente parecía volverse más "pesado". El sudor caía sin pena deslizándose en forma de gotas, ambos luchaban por aguantar un poco más, pronto acabarían y no dudaban que caerían rendidos segundos después.

Iida deslizó sus brazos tímidamente por detrás de la espalda del heterocromo, abrazándolo. Todoroki apretó la mandíbula para ahogar un gemido que finalmente se convirtió en un cuasi-inaudible gruñido.

Acompañada de una embestida final, lentos pasaron esos segundos donde cerraron con fuerza los ojos entregándose completamente a disfrutar de aquellos pequeños pero turbulentos "terremotos" que sus vientres experimentaban.

Sus dedos se entrelazaron en algún momento, Shōto únicamente atinó a sonreír al ver a Tenya temblando debajo de él aun jadeando.

Se recostó a su lado tapando a su amado con las sábanas (lo que menos quería era que cogiera un resfriado).

Sus párpados parecían pesar toneladas, por la respiración ahora calma del peliazul, barajó la idea de que también estaba a punto de dormirse.

"Si Iida no recuerda esto, va a matarme mañana apenas despierte" fue lo último que pensó.



N.d.a: Si te gusta cómo escribo, considera seguirme; significa mucho para mí. 💐

𝕋𝕒𝕔𝕚𝕥𝕦𝕣𝕟𝕠𝕤 ; BnH - TodoIidaWhere stories live. Discover now