Y sin darnos cuenta aquí estamos, yo donde lo espere, sentada en mi cama con una melodía sin letra para poder ponérsela mientras la escribo, aun con aroma al cigarrillo en mis pequeños dedos que deje a medias como lo que creo que siento cuando espero e imagino momentos que no pasaran, a medias lo puedo dejar, pero no quiero dejarlo, cuando ya no pienso y me dejo llevar, no tengo vuelta atrás, a medias me dejas, sintiendo mil y una cosa, para bajarme al instante con tus frías palabras, quisiera poder enseñarte con mis ojos que ven más allá del cómo eres por fuera, para que entiendas la magia que transmites en la habitación, que si estas a la par de la vista más hermosa del mundo, preferiría una y mil veces verte de espaldas observándola, mientras te recorro la silueta con la mirada y hasta apreciarte completamente, poder mirarla contigo, y guardar ese momento para la eternidad, porque cuando se trata de ti, la ventana con vista a la calle se hace divertida si se que estas afuera, y será interesante para siempre, porque desde ahí espero a verte, a que estés, a que entres a este lugar muy escondido pero cálido, llamado corazón, a donde te quiero tener siempre si fuese posible, donde puedes decidir quedarte o volar, y si decides quedarte, prometo poner leña con palabras, encender fuego con gestos y darte calor con caricias y así hacer que te quedes para siempre conmigo y si no es suficiente, marcharte puedes, pero, no dudes en regresar, siempre ardera la chimenea de mi corazón si se trata de ti para acariciarnos a la misma hora y quemarnos en las llamas del deseo que te hicieron regresar.
