Mi cuerpo temblaba bajo sus manos y no podía estar más feliz en este momento. Debería estar en la escuela pero esto era mil veces mejor.
Busqué mi ropa y me vestí rápido para volver antes de que le llamaran a mi madre. Otra vez.
Conocí a Tyrone cuando tenía 15 años y desde entonces me hacía la más feliz. Mi familia lo amaba y mi papá estaba segura de que algún día me iba a casar con él e íbamos a seguir el negocio de la academia de baile de mi madre.
Esa idea no me agradaba mucho, esperaba casarme con él, eso sí; pero
odiaba esa academia. Yo quería ser artista, amaba pintar, dibujar y a veces escribía cuentos también y estaba segura de que en algún momento iba a lograr que mis padres comprendieran que ese lugar no era mi futuro.Llegué a la escuela después de correr por 10 minutos y me había perdido 2 clases; no me preocupé, sin embargo, había llegado a la mitad de un importante examen de matemáticas. Mierda.
Entré para preguntar al profesor si me permitiría presentarlo, pero como era obvio me corrió del salón.
Me quedé afuera del aula esperando que cambiara de opinión, pero eso no pasó así que me fuí hacia mi siguiente clase.
Había solo una chica y era obvio pues todos seguían en el examen, me acerqué a ella para intentar charlar. Me aclare la garganta esperando llamar su atención, pero me ignoró completamente.
-Hola- Volví a intentar y me dió una mirada extraña. Una mezcla de molestia (tal vez por mí presencia) y tristeza, me sentí un poco mal y me senté a su lado pero dejé de insistir.
El ambiente era muy incómodo por nuestro silencio así que saqué mi celular y empecé a jugar un juego de armas, lo que no fue adecuado porque las balas hicieron un estruendo.
En ese momento me arrepentí en el momento de mi mala elección, pero cambie de opinión cuando la chica volteo a mirarme con una pequeña risa. Tenía una bonita sonrisa.
-Soy Alexa. Alexa Ferrer.- Por fin habló y le sonreí.
-Lauren Jauregui- Estiré mi mano para que la tomara.
-¿Qué fue eso?- Dijo refiriéndose al juego.
-Es uno de mis juegos favoritos, free fire. Me lo mostró mi novio. Es muy divertido.- Noté que su cara cambió -¿Estás bien?
-Si, si. No pasa nada.
Y el incómodo silencio volvió. Pero no duró mucho ya que el resto del grupo había llegado y me dí cuenta que estuvimos cerca de media hora en ese ambiente raro.
La clase término y salí casi corriendo detrás de Alexa porque me dí cuenta que estaba llorando.
-Hey. ¿Estás bien?- Pregunté preocupada y me dió una mirada de obviedad. Me sentí tonta por preguntar, era obvio que no estaba bien.
-¿Puedo ayudarte en algo?- Volví a intentar.
-¿Puedes acompañarme a mí casa? Por favor- Casi rogó.
-Por supuesto- Accedí de inmediato, pues me preocupaba que le pasara algo.
El camino fue muy rápido ya que vivía muy cerca por lo que fue extraño que me hubiera pedido compañía, también porque a penas habíamos cruzado un par de palabras.
-¿Puedo pedirte un favor?- Volvió a hablar.
-Claro
-¿Te molestaría acompañarme también por la mañana?- La miré extraño.- Olvidalo- Dijo al ver mi cara.
-No, no. Claro que puedo venir, solo me parece extraño porque a penas nos conocemos, no es por nada pero incluso creo que es la primera vez que te veo en el salón.- Dije un poco apenada.
-Bien, nos vemos temprano- Dijo ignorando lo que le dije y cerró la puerta.
Eso me dejó aún más pensativa. Me parecía una chica muy interesante y extraña.
En ese momento recordé que mi mamá me había pedido que fuera a la academia a ayudarle con unos asuntos y me heche a correr con la esperanza de llegar a tiempo, aunque ya iba media hora tarde.
Al llegar subí corriendo las escaleras al área de oficinas y saludé a mi mamá.
-¡Otra vez tarde!- Me sobresalté al escuchar su grito.
-Lo siento, me retrasé un poco en la escuela.
-Está bien. Necesito que vayas a resolver un problema con Shawn. Escuché que ya no quiere trabajar con Camila. Por favor.
Camila era una bailarina famosa que trabajaba con nosotros, era muy guapa. También un poco tímida; nunca había hablado con ella por esa razón.
La había visto bailar un par de veces y era muy buena, merecía mucho más reconocimiento del que tenía.
-Hey.- Dije cuando llegue con ellos.
Volteo a verme y le guiñe un ojo y se sonrojó. Ella había sido mi crush desde que entró por esa puerta la primera vez pero era obvio que no habría nada entre nosotros; simplemente llegaba a hacerle señales como esa de vez en cuando y ella se sonrojaba.
-¿Qué está pasando?- Me dirigí hacia Shawn. Nuestro coreógrafo estrella.
-Nada. Que renunció.
-¡¿Qué?! No puedes hacer eso. ¡Eres coreógrafo de Camila Cabello! ¡Carajo!
-Claro que puedo, es mi vida.
-¿Por qué quieres irte?- Lo ví sonrojarse y esconder su cara.
-Tu sabes porque.- Rodé los ojos. Era mi culpa.
-Oye, lo siento pero debes aprender a ser más profesional y separar asuntos personales y de trabajo. ¿Está bien? Piénsalo de nuevo y hablamos al rato. Tengo que irme.
-Adiós.- Habló ella y le dí una sonrisa
Volví con mi madre para contarle lo que había pasado y me dejó ir.
Al salir de ahí, encontré a Ty que había pasado a recogerme pues iríamos al cine y me subí en su auto.
Le dí un pequeño beso y arrancó.
Aunque me encantaba pasar tiempo con él, hoy no estuve muy cómoda. Pues solo había una cosa en mi mente. Alexa Ferrer.
Su extraño comportamiento me había dejado muchas dudas. ¿Por qué necesitaba mi compañía? ¿Por qué lloraba? ¿Qué le estaba pasando? No sabía la respuesta a ninguna de esas preguntas pero esperaba encontrarlas pronto.
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Que tal. Esta es mi primera fanfic espero que les guste y me harían un gran favor si la comparten.
Pueden comentar que les pareció para tener un buen feedback y mejorar esta historia.
Twitter: @alonsoftlauren
Nos leemos. :)