Porcelana.

U N O

Un chico recorría los pasillos de un supermercado de Corea.

- Ésta sería bien - decía mientras veía aquella salsa que se encontraba en la estantería.

La tomó y se dirigió a pagarla.

- Son tres wons - contestó la cajera mientras metía la Salsa en la bolsa

Mashiho le entregó el dinero y salió después de aquel lugar, tenía que dirigirse a su departamento de vuelta. Buena suerte para él, no estaba tan lejos, aproximadamente a una cuadra llegaba a éste.

Ahg, ese chico es demasiado lindo

Pensó mientras veía a su vecino de departamento caminar a un lado suyo.

¿Qué piensas Mashiho?

Se cuestionó a sí mismo y revolvió su cabeza quedando su mente más relajada.

Diablos, la manera en la que sonríe era su perdición, cómo podía ser tan lindo.

- hey~ ¡Hola! - saludo Asahi sonriendo.

- Hola~ - saludo de igual manera.

Lo miro de re ojo viendo lo perfecto que era, su piel tan frágil, tan blanca, es chico era una falta de respeto a sus hormonas.

Se encaminaron juntos al Departamento y cada uno entró al suyo, Mashiho sólo se preguntaba lo lindo e irreal que podría ser.

Hamada Asahi eres mi perdición.

Sobo su pecho sonriendo mientras recordaba lo perfecto que era, se quedó en la puerta acostado con su cabeza apoyado en ésta sonriendo como un completo idiota.