Confía en mí <<Vkook//kookV>> (HIATUS)

# ODIANDO SU EXISTENCIA # 1/2

No podía negar sentirse asqueroso, todo daba asco incluso el mismo, odiaba tener que pasarse todo el día tratando de no recordar todo, quería olvidar pero simplemente la realidad lo golpeaba cada vez más fuerte.

Hace ya 6 meses que seguía con su estúpido tratamiento, odiaba medicarse pero más el efecto que las mismas causaban, le daban sueño llegaba la noche y no podía simplemente resistirse al cansancio y los párpados nunca obedecía su voluntad, antes sólo trataba de dormír tres horas más de eso no podía no debía, pero ahora simplemente no podía despertar, y ahí una vez más sus pesadillas volvían una y otra vez <maldición > revivir en sueños todo lo sucedido solo lo hacía cada vez más desear morir, solo quería desaparecer dejar este maldito mundo de una puta vez.

Pero tenía miedo, miedo a que sus pequeñas pasen por lo mismo y el no este para protegerlas, su padre jamás supo como preteger a su familia,  hacía todo al contrario, los exponía al peligro una y otra vez <maldito alcoholico> lo empezaba a odiar cada día con más fuerza, tenía deseo de llevar toda su ira contraída a cualquiera que se le cruzará en frente, y lo haría quien fuera que lo llegase a hablar siquiera.

"Jungkookie, hola!". Jimin lo sacó de sus pensamientos cuanto él mismo se acercó a tocarle el hombro y depositar su almuerzo en la mesa de Jungkook, ¿Que decía con rematar la ira? Bueno fue desechado al instante que apareció su amigo con una bella sonrisa en el rostro <porque soy devil contigo pollito> "Puedo sentarme contigo ¿Cierto?

"No entiendo porque preguntas si ya lo estas haciendo, ¿No debería de ser primero el pedir permiso después de ser concedido actuar?". Jimin rodo los ojos, no era nuevo tener que lidiar con el humor especial del menor todos los días, además era un desafío para el.

"No preguntaré porque tienes de nuevo ese humor de mierda porque ya se lo que me vas a responder, y la verdad quisiera disfrutar de mi delicioso almuerzo con en paz". Miro fijo a Jungkook llevando a la boca el primer bocado.

"Entonces no entiendo que haces aquí, habiendo tantas mesas vacías vienes a buscar paz donde no la hay, además desde que entre al instituto no dejas de perseguirme, eso es fastidioso hyung"

"Bueno... el fastidiar y perseguir a lindos niños lo aprendí del mejor ¿sabes?".

"¿De nuevo hablando de tu disque mejor amigo?, ciertamente me parece raro que nunca lo haya visto contigo pero hablas de él como si realmente existiera". Sonrió con burla al ver al otro abultar sus labios.

"¡Oye!... más respecto niño, además ya te lo expliqué kookie él es el presidente y pronto se gradúa, no tiene tiempo... Ya sabes... tiene que dejar todo listo para cuando el próximo presidente a cargo pueda estar al tanto de todo sobre el instituto".

Levantó una ceja lo miró divertido por lo que decía el contrario "Hyung. el próximo  presidente eres tú, ¿no se supone que eres el vicepresidente ahora mismo?, Además conoces todo a lo referente del instituto ¿no?"

"Mira, el punto es que no nos vemos como antes y los encuentros que hacíamos después del instituto simplemente dejaron de ser frecuentes hace un par de meses hasta que ya ni siquiera nos vemos... Pero~, agradezco que Taehyung estuviera ocupado aquel día que llegaste al instituto porque te conocí y fui yo quien pudo hacerte compañía al mostrarte todo". Lo dijo realmente sintiendose feliz por el maravilloso plan del destino, mientras tanto Jungkook se sentía al punto del colapso por lo cursi que se sentío el comentario.

"Iré al baño ya siento ganas de vomitar" se levanto de su haciento y se dirigió al baño dejando a un Jimin con un sabor agrio y preocupado ya que desde que su amigo se había sentado en la mesa de la cafetería del instituto, no había siquiera tocado su almuerzo una vez más, quería tanto saber del porqué siempre está a la defensiva y ciertamente era el único que llegó a acercarse al castañito pero no lograba que el mismo se mostrara transparente con él, más bien parecía que el muro que había construido pasando los días se hacía más resistentes, el veía lo frágil que podía llegar a ser dentro de la coraza que el mismo creía que llevaba.