I ○Lost in a Hall

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1 ○Perdido en un pasillo

- Park Jimin, por tus buenos atributos a este orfanato y mostrarnos tus cualidades a destacar, queremos hacerte un regalo de parte de tus tutoras- dijo la Señorita Wang

Todos los huerfanos estaban emocionados de saber cuál era la fortuna para Jimin.

- Has sido inscrito a ELEMENTARY HIGHSCHOOL, todos creemos que lo tienes muy merecido, felicidades-

Los ojos de Jimin se iluminaron y volteó a ver a sus compañeros, la mayoría niños pequeños, sonriendo y desbordando de alegría.

Todos saltaron de sus banquitas y corrieron a abrazar a Jimin, unos niños  hada volaban, los elfos bailaban,
Todo era alegría pura en ese momento.

- Gracias a todos! Por haberme soportado diecinueve años aquí!- Grito Jimin mientras les hacia reverencias a las señoras ancianas.

- Todos esos años fueron un milagro para este orfanato, Kim Sunah estaría muy orgullosa, núnca dejes de hacerlo!-

- No fué nada, los voy a extrañar a todos- dijo Jimin, mientras hizo caer una especie de una diamantina muy fina.

Esa fue su despedida en aquel horfanato que nunca olvidaría, si bien nunca tuvo familia de sangre, nunca se sintió solo.

Lo único que lo hizo sentir indiferente fueron sus poderes con los que nunca supo su especie.

La mayoría dijeron que era un hada, otros que una clase de elfo polar por su piel blanca, pelo rubio y ojos azules, pero en realidad núnca lo pudo deducir.

Podía hacer levitar una taza de té, con su saliva era capáz de sanar heridas, cuando se sentia mal (verdaderamente mal) cualquier persona que estuviera a unos metros de distancia comenzaba a desvordar lágrimas y a sentir dolor, cómo anteriormente lo mencionamos, podía llenar la habitación de brillos o luz.

Así que por una parte quería ir a esa escuela, por qué?, todos los profesores son muy inteligentes y quizá lo ayudaran a definir sus raizes.

Aquella tarde fué armoniosa, nadie lloró, los huerfanos lo adoraban, el rubio era como el hermano mayor de todos.

Cuando la noche cayó, sus maletas ya estban puestas en el carruaje que lo llevaría a su añorado colegio.












Fué un viaje de casi cuatro horas, recorrió el monte del zorro y rodeó las montañas de la flor azul, y cuando menos lo esperaba, de recorrer caminos de tierra, las ruedas de la carroza pisaron un camino de piedra pulida

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Fué un viaje de casi cuatro horas, recorrió el monte del zorro y rodeó las montañas de la flor azul, y cuando menos lo esperaba, de recorrer caminos de tierra, las ruedas de la carroza pisaron un camino de piedra pulida.

Despúes de unos minutos, la persona que lo llevaba lo bajó de la carroza y lo subió a un caballo café de inmenso tanmaño.

Le contó a Jimin que por medidas de  seguridad no tenían permitido entrar con carrozas.

CONSORTES♡    hasta que... un dios nos separe?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora