Poema 1 - Tranquilo.

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Tranquilo en un castillo.

Ahí me viste y me dejaste tus huellas.

Solo porque me entiendes más de lo que me he entiendo yo,

O tal vez porque de nada me recordabas.


Yo tan simple tras de ti camine,

Caprichoso negándome a escapar de tu aroma.

Temeroso de alejarte.

más y más fui perdiendo el camino.

Y así fui, y así fui, y así fui

hasta que me fue imposible regresar.


Para encontrarme contigo, Surque el mar de la tormenta.

Y en un batir de viento salado, fui perdiendo la razón

¿Porque dejabas tu aroma, sutil y limpio, en mi grabado?

Ahora lo siento estéril y sin vida.


Y aun así ahí seguía yo,

Tratando de tocar su aroma y

Respirando el poco aire que me daban sus suspiros.

Y en el desajuste de las mareas y los malos tiempos,

Nunca volví a ver, si es que alguna vez fueron reales,

Si quiera alguna de las huellas, que tras de ellas me mantenían.


Naufrago en la sobriedad de la soledad,

Me encontré sin entendimiento del amar o el pensar o de ella.

Solo, en el mar de sales, deje de llorar y sentir la sobriedad.

Me encontré entonces anclado a los fondos de una bahía.


Ahí no te encontré,

Algo más que el alma en mi lo sabía.

Aun así, tal cual ella, ya conmigo nada compartía.

¿Quién me lo diría?

Si yo mucho tiempo atrás perdí tus pistas.

Y ni te conocía.

Mil poemas desesperados - El canto de las espinas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora