De verdad te amo [SakuNaru] [✓]

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En la noche la rubia llegó agotada, los Hyugas le preguntaron tantas cosas que para su confundida mente fueron como un examen de cálculo que odiaba

El oji-jade estaba en la cocina sin escuchar nada pues traía puesto sus audífonos mientras cocinaba un pollo agridulce que su madre le enseñó

La oji-azul no quiso hacer ruido y miró como el Haruno cocinaba y por lo que podía ver, la esperaba ya que había dos platos en la mesa

Naruko sentía que su corazón se aceleraba, no por amor si no porque debía decirle algo respecto a él y añoraba que ese algo fuera lo que su cabeza le negaba, que ella y él tuvieran una relación

Entonces ese punzante dolor en su cabeza se hizo presente, aguantó el dolor pero se presentó más fuerte, su cabeza le decía que debía de dejar de pensar en hacerle caso a su corazón

Sakurai se dió medía vuelta para acomodar dos vasos de cristal mirando a la rubia aparentando que nada pasaba

—Regresaste— exclamó con una sonrisa quitándose un audicular

—Sí— afirmó sintiendo como una punzada en la cien

El Haruno miró como de pronto la Uzumaki movió su ojo como en un tic

—¿Te sientes bien?— le preguntó dejando todo lo que tenía encima para verla

—Sí— contestó haciéndose la fuerte

El de cabello rosa activo su ninjutsu medico y puso sus manos en la cabeza de ella

—¿Te duele mucho?— cuestionó al darse cuenta que era un dolor de cabeza

—No me duele— mintió la oji-azul

—No es así, cuando éramos pequeños eso hacías cuando te dolía algo— explicó guiando a Naruko a una silla

Sakurai fue por una pastilla y la oji-azul lo esperó

Cuando esté llegó le dió la medicina y un vaso con agua

—Quiero adelantar nuestra cita— dijo rápidamente

—¿Por?— preguntó extrañado —¿No vienes exhausta de tu cita con Hino?—

—No, bueno al menos no si la cita es contigo— respondió haciendo sonreír al Haruno

—Bien, tendré que mover algunas cosas pero iremos a comer mañana— dijo

—¿No podrías darme un día completo?— cuestionó la rubia haciendo un puchero

El Haruno se ruborizó un poco y tomó su celular

—Tendría que preguntarle a Inoi, si me quiere cubrir— explicó marcando el número del Yamanaka

El controlador de mentes estaba mirando la ventana pensando qué tal vez querer conquistar a la Uchiha no era sano y no era correcto cuando sonó su teléfono

—Sakurai— contestó tomando un poco de refresco después

—Inoi...— habló con pena, no le gustaba incumplir con sus obligaciones pero necesitaba hacerlo por el bien de su prometida —Me preguntaba...—

—Te cubrire cuando quieras— con una sonrisa aquél que tenía cubierto un ojo dijo rápidamente

—Mañana— respondió feliz de la disposición de su amigo

—Claro— dijo y colgó dejando al peli-rosa con las gracias en su boca

Mientras la última Uchiha tenía un celular que casi no usaba en sus manos, y le mando un punto en un mensaje a el Yamanaka