Encontrando mi Camino

Capítulo 20

Kong's POV

No era propenso a ser una persona crítica. Había muy pocas personas que no me gustaban al instante y siempre tuve una buena razón para ello. Pero en este caso todas las reglas fueron lanzadas por la ventana. El abuelo, P'Arthit y yo estábamos sentados en el jardín delantero, mientras el abuelo contaba sus historias de novatadas cuando aún era profesor. Fue divertido ver al abuelo y P'Arthit interactuar. De una manera muy rara parecían ser buenos amigos. Realmente me estaba divirtiendo cuando se anunció que P'Arthit tenía un visitante. Como todavía no tenía su teléfono, casi todos sabían que debían enviarme un mensaje antes de venir. Busqué rápidamente nuevos mensajes. Hmmm, eso es raro, ¿se suponía que iba a ser una sorpresa?

En lugar de alguien a quien reconociera, un hombre bastante alto entró en el jardín. Parecía estar entre mediados y finales de los 20 y tenía un enorme ceño fruncido en su rostro. Tan pronto como vio a P'Arthit, corrió hacia él, ignorándome por completo a mí y al abuelo. Levantó a P'Arthit y lo aplastó en un abrazo ignorando el fuerte 'ouch' que siguió. Él pegó múltiples besos descuidados y húmedos por todo el rostro de P'Arthit. Fue entonces cuando mi odio instantáneo fue cimentado. ¿Quién es exactamente esta persona invadiendo nuestra privacidad? Miré hacia el abuelo para ver si reconocía a este extraño completamente desagradable. Tenía una sonrisa maliciosa en su rostro, pero negó con la cabeza.

P'Arthit finalmente logró liberarse del agarre mortal y se volvió hacia nosotros.

"Uh, este es Mike. Mike, este es mi junior de la universidad Kongpop y su abuelo".

La criatura llamada Mike nos saludó todo el tiempo sosteniendo la mano de P'Arthit. ¿Ni siquiera sabía cómo saludar a la gente correctamente?

"¿Cómo supiste que estaba aquí?"

"He estado intentando llamarte por días, Arthit"

"Sí, yo ... uh ... perdí mi teléfono"

"Me preocupé, así que fui a tu habitación, pero nadie respondió. Luego empecé a preguntar por tu universidad. Ahí era donde debería haber ido primero. Absolutamente todos sabían que estabas aquí".

"¿De Verdad?"

"Sí, al parecer los dos son muy populares" sonrió, lo que se desvaneció rápidamente "¿Dónde has estado? ¿Y qué te pasó?"

"Umm, ¿quieres entrar y tomar algo para comer o beber? Podemos ponernos al día en la habitación. Kong, ¿te importa si entro por un tiempo? Creo que estoy empezando a cansarme un poco".

Le di a P'Arthit una mirada abatida. Obviamente iba a confiar en este Mike en lugar de mí. Había estado evitando incluso mencionar cualquier cosa relacionada con sus heridas todos estos días. Di un breve asentimiento. No había mucho que pudiera hacer o decir.

Mientras se alejaban, la encarnación del diablo volvió a hablar: "Ai'Oon, ¿quieres venir a casa conmigo? Puedo cuidarte".

No escuché la respuesta principalmente porque tenía fuego saliendo de todos los poros de mi cuerpo. Estaba tan enojado que estaba viendo rojo. Si el abuelo no hubiera atrapado mi brazo para detenerme, los habría separado físicamente. El abuelo tenía sus cejas levantadas ante mi expresión que rápidamente se convirtió en una risita. Por otro lado, no pude encontrar ninguna diversión en la situación.

Seguí encontrando excusas para pasar frente a la puerta del dormitorio, que estaba bien cerrada. No estaba dispuesto a entrar y exigir que formara parte de la conversación. O mejor aún, echar a Mike y que tenga la conversación solo conmigo. Pero estaba abierto a escuchar cualquier palabra aleatoria o insinuaciones que salieran por la puerta cerrada.

Estaba siendo irracional. Lo sabía. Estaba totalmente consciente de cómo eran mis acciones, pero no podía parar.

Cuando se trataba de P'Arthit, estaba completamente bien siendo irracional y no había nadie que pudiera convencerme de lo contrario. Cuando se trataba de P'Arthit, quería ser parte de todos los aspectos de su vida. Quería saber absolutamente todo sobre él. Quería estar más cerca de él de lo que nadie había estado antes o estaría en el futuro. Quería no dejar que se fuera con extraños, diablos, ni siquiera quería que volviera a su casa. Solo quería que se quedara aquí. Quédate aquí conmigo. ¡Oh Dios! Estaba enamorado de P'Arthit.