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Ya tengo mucho que contar de la esperada primera impresión. He debido caminar al menos un kilómetro y no es que quiera que caminar un kilómetro después de poco más de 8 horas con el trasero pegado al asiento del bus fuera algo cansado, aburrido o detestable pero una nube de insectos de todo tipo entre los que predominaban los mosquitos fueron los acompañantes principales como custodios de mi llegada a la pequeña casa que nos esperaba en medio de aquel lugar alejado de mi ruidosa ciudad natal. Desperdigadas a lo lejos antes de que la noche impactara de lleno y dejando unas cuantas farolas iluminando el camino empedrado se alcanzaban a apreciar casa e diversas fachadas y evidentes distintas economías, unas de madera, otras de ladrillo rojo sin repellar y otras de más de un piso con hermosas balaustradas.
Más de un mosquito entró en mi boca, fosas nasales y picó mis ojos, también se colaron entre mi ropa por medio de mi escote, Bisa sonríe... otra vez, se divirtió con la sarta de maldiciones que solté mientras trataba de no morir asfixiada, atragantada o derribada por aquellos soldados implacables que ensartaban mi cuerpo con sus filosas espadas. Algunos me parece que eran aves queriendo hacer nidos en mi cabeza y se arremolinaban en mi de por si desastroso cabello, me oí gritar más de una vez y pronto descubrí porque Bisa no me miraba a mi logré escuchar la risa de unos mozalbetes infelices riéndose de mí y de mi torpe e inútil pelea con esos infernales bichos, mientras sostenía mis nada ligeras maletas, nada propio de mí el mal humor se apodero de mi cuerpo y mi espíritu y estaba a punto de arremeter contra quienes a carcajada abierta se burlaban de mí y la infame Bisa acompañaba sin disimulo alguno ya que parecía que los mosquitos parecían ignorarle encontrando en mí, una presa jugosa y deliciosa pero los jóvenes (vi después de observar cuando se acercaban a una farola) huían a rueda veloz cada uno en su bicicletas de diferentes rodadas al menos tres parecían bastante grandes y creo que fueron los últimos que alcance a ver antes de volver mi vista a Bisa que trataba de decir algo inútilmente puesto que aún no terminaba de burlarse.
— Ahí iban tus primos Samir y Edwin con sus amigos, siempre pasan a visitar a mi hermana y a mi madre antes de regresar a sus casas.
Eso llamó mi atención acaso los amigos acompañaban siempre a los primos en su manda (se me hace algo absurdo como asombroso) ya indagaré después al respecto.
—Sencillamente conmovedor Bisa –dije- o no llegaré viva a ver a mi Abu tata.
La bisa ríe a carcajada batiente, sabe de mis diálogos extremadamente dramáticos en situaciones como esta y los disfruta es una horrible mujercilla que cree que no soy capaz de reconocer su capacidad de urdir planes maquiavélicos en mi contra que no fue capaz de prevenirme con un repelente. Okey debo reconocer que la abu Catita no usa ese tipo de productos pero estoy segura y casi podría jurar sabe que existen.
Llegamos y la tierna mujer entrada en años (no tantos como los de mi Bisa) abrió la puerta derramando bendiciones al cielo por dejarnos llegar con bien, según dijo esperaba que llegáramos al menos unas 3 o 4 horas antes, mientras tomaba posición en la cama se me había asignado bisa me dijo que su hermana Tavi siempre esperaba que uno llegara a la hora que llegara de la ciudad más cercana de sus compras puesto que le había mirado con reproche creyendo que esa era la hora que ella le había dado de llegada la Abu tata Chayito estaba en profundo sueño cuando llegamos, las viejas estaban solas la tía resulto adorable preciosa y parlanchina de sonrisa pronta y abierta, me colmo en mimos y apaciguó mis humores con una rica y deliciosa cena humilde pero incomparable, no se me antojaba nada más, entre tanto (o sea mientras yo engullía con ganas cada bocado e concentrada en dicha tarea) la tía Tavi le contaba a la abuela que Samir el primo de la bicileta acababa de solicitar asilo en su casa para llevar a la muchacha que pensaba robar de su casa lo cual provocó que me atragantara y alcance a decir —"¿Robar?"
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Rayco... Una sorpresa en el verano.
RomanceUna chica de ciudad pasará su verano alejada de la vida urbana es la primera vez que se encuentra con las simplicidad de la vida ante la naturaleza, sus tíos la invitaron a conectarse con la naturaleza, disfruta cada día pero las cosas se complican...