Capitulo 1

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Al llegar el Sol pudo colarse por una de la aberturas qué tenia la ventana de Haida. El estaba muy cansado se sentía demasiado cansado, lo bueno es que aquel día no iría al trabajo sin embargo tenia que ir al supermercado a comprar la despensa de la semana, a si que se estiró desde la punta de sus puntiagudas orejas hasta la planta de sus pequeñas garras.
Al levantárse se quito la pijama se lavo los dientes, la cara y se coloco una playera blanca, unos jeans negros y unos tenis negros era cómodo para el vestir así era más que cómodo a su parecer; después de vestirse se acomodo en su sala para contar su dinero y hacer la lista de lo que comprara.
-Demonios! No tengo tanto dinero-suspiro pesado- pero todo lo vale después de todo ya tengo mi casa.
Y en efecto Haida tenia una casa para el solo, no era grande ni mucho menos pequeña era adecuada para el nada que hablar era mejor que su antiguo apartamento donde los vecinos eran molestos y el señor que le rentaba era un idiota como el lo llamaba, cada día subía más la renta y sus vecinos se quejaban de Haida constantemente, por lo que con su salario de los últimos 6 meses (un aproximado) compro de inmediato aquella casita azul qué le quedaba tan cerca del trabajo, seguía viajando en metro pero le era menos cansado qué viajar en metro y caminar.
Después de hacer una lista pequeña con lo más indispensable decidió marcharse con su mochila y un suéter qué tomo del perchero, pues si, a pesar  de el brillante Sol qué radiaba en la ciudad había un viento muy frío; cuando salio cerro con llave y camino hacia el metro, en su camino seguía pensando ¿De verdad era tan malo tener un matrimonio e hijos?, esa idea no se iba de su cabeza, le daba vueltas y vueltas no podía imaginarse a un gran pensador, amo y señor de la tecnología con el potencial tan elevado pensara en estar solo o por lo menos para el eso significa estar solo.
Cuando por fin llego al metro subió al vagón más vacío y espero, saco su teléfono para colocar sus audífonos y escuchar algo de música y así fue; en todo su recorrido la pregunta no dejaba de llamar su atención ¿Y si el joven nerd en tecnologia tenia razón? ¿Un matrimonio no es tan necesario como uno piensa? Esas dos preguntas podrían haber sido más si no fuera porque había llegado a su destino así que se enfoco en caminar sin chocar con la gente y llegar al supermercado sin ningún contratiempo.
Cuando llego lo primero que hizo fue observar su lista y dirigirse a lo que le quedaba más cercano, agradeció qué era muy temprano, demasiado temprano y casi no había nadie por los alrededores, así que se apresuró para desayunar algo antes de ir a ver a Retzuko seguía algo preocupado por ella y quería ver como se sentía tal vez podría invitarla a comer para subirle el ánimo.
Cuando termino pago y salió algo apresurado, casi llegaba a la estación del metro cuando escucho un claxon cerca de el así que por inercia volteo y pudo apreciar algo inimaginable, su antiguo ídolo cruzaba la calle con pereza a pesar de casi ser arrollado por un auto, cuando por fin estuvo al otro lado, caminó en dirección a Haida, cuando paso a lado de este nisiquiera le dirigió la mirada mientras qué Haida no apartaba sus ojos de el y como si de una bala se tratase  la pregunta que tanto le costaba comprender y digerir salio de sus labios con fuerza y firmeza sin miedo a que el otro oyera.
-¿Qué hay de malo con el matrimonio y tener hijos?- se maldijo mentalmente y pensaba correr pero aquella voz ronca y sin fuerzas llamo su atención y lo invito indirectamente a quedarse.
-¿Qué hay de bueno en casarse y tener una familia? ¿Qué acaso debo firmar un papel y dar vida a nuevos seres vivos para ser feliz o tener una relación estable? ¿Cuál es el punto de amarrarse con algo tan carente de libertades?- Tadano hablo con más firmeza pero sin perder el tono suave y ronco de su voz, giro sobre si mismo y miro a los ojos a aquel muchacho que había hecho la pregunta.
Ambos se observaron unos segundos hasta que Haida hablo.
- Perdón, es que no puedo imaginarme algo más allá de lo que veo a mi alrededor, pero también comparto la misma pregunta ¿Porque debo casarme y tener hijos si eso no me llena o me hace feliz?- Claro Haida comenzó a hablar sin pensar como si nada de lo que decía contradijera cada una de sus acciones, el queria esmerarse por formar una familia y un matrimonio pero en ese momento se contradecía a si mismo y era algo que el no notaba. Pero con ese pequeño diálogo dio inicio a incrementar la curiosidad del joven asno qué lo miraba pasmado.
-Eres Haida si no me equivoco?- se encorvo bien y hablo con decisión- gustas acompañarme a desayunar- dijo con una sonrisa un poco más animada y cerrado los ojos para darle más espacio a sus dientes.
Haida lo miro impactado no comprendía mucho pero solo se inmutó a asentir y con eso fue más que suficiente para que el asno lo guiará a un pequeño café.

SIEMPRE CONMIGO ( HaidaxTadano) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora