Los personajes no me pertenecen son de Rumiko Takahashi esto es sin fines de lucro solo diversión por y para los fans.
La noche está tan clara que no puedo perder nada, pensaba mientras veía el cielo desde los aires; el vuelo 789 de aerolíneas Japón se dirigía muy tranquilo y a escasos minutos de aterrizar en el aeropuerto de Tokio, espero llegar susurré sumida en mis pensamientos, ajustando mi cinturón.
—Akane ¿Qué harás al llegar? —preguntaba mi compañera azafata pues eran mis vacaciones y llegaría en pleno invierno a casa.
—Es un viaje sin destino —respondí en voz alta.
—¿Cómo? —insistía.
—Lo de siempre, descansar nada más —contesté y volví a mirar el cielo por mi ventanilla.
Más mi mente seguía dispersa; a las estrellas pido, les pido valor, que no se despierte el mal. Aunque también les pido calor, volverte a encontrar.
Pronto ya estaba en tierra, luego de verificar que no quedaran pasajeros en el vuelo, todo el personal al fin podíamos regresar a casa, excepto por mí.
Yo no tenía hogar, luego de irme hace siete años imaginando el dolor de un padre que no pudo ver realizado su sueño, ante las obligaciones y los malos tratos que habían con mi entonces "prometido", una casi boda fallida, todo era nefasto lo mejor era dar un paso al costado y buscar otros horizontes. Nunca más lo vi y tampoco supe noticias de él, pues perdí todo contacto incluso con mi familia.
Mi compañera muy gentil había ofrecido su casa pero no quise incomodar, después de todo me había convertido en una ermitaña, amaba viajar siempre a distintos destinos pudiendo conocer lugares maravillosos, algo irónico ¿no? Cada semana mi vida se dirigía por destinos diferentes sin embargo el mío no tenía ni principio y menos un final. Busqué con anterioridad un pequeño apartamento en el centro de la ciudad, un mes allí y luego retomaría mi trabajo.
Tomé un taxi el cual en unos minutos me dejó frente a mi nuevo refugio, cancelé al conductor el trayecto, al bajar le pedí que abriese el porta equipaje pues traía una enorme maleta, muy amable él se bajó y me la entregó para después marcharse.
Bueno ya llegué, pensé notando que al fin estaba pisando tierra natal, di la vuelta para encontrarme con tres tipos a rostro cubierto apuntándome con navajas en mano. Fue tan sorpresivo que me asusté demasiado, además hace mucho que dejé las prácticas marciales aunque igual les haría frente con tal de defenderme. Sin embargo solo pensarlo era ¡una locura ya era más de media noche, yo estaba totalmente indefensa y con mi traje de azafata no intimidaba a nadie.
—Vamos preciosa solo queremos la maleta y tu cartera —soltó uno de los delincuentes.
—Es suya —respondí levantando mis manos.
—Pero mira nada más qué muñeca nos tocó esta noche —decía otro mientras se acercaba hasta mí.
—¡No te acerques! —grité.
No obstante él no hizo caso y se abalanzó sobre mí sujetando mis brazos arrastrándome unos metros.
No puede ser me sentía tan desprotegida al tiempo que él me jalaba fuerte hasta que rasgó mi chaqueta saltando los botones y luego mi blusa. Gritaba con todas mis fuerzas pero estaba ahogada con el peso de su cuerpo y el terror invadía mis entrañas.
—¡Vigilen que nadie interrumpa! —Ordenó el muy despreciable —Quédate quieta preciosa, lo vas a disfrutar —agregó con mirada lasciva.
—¡Suéltame! —chillaba pero este ejercía tanta fuerza que parecía que nadie me oiría.

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La Esperanza Debida
FanficPor que la vida a veces da golpes inesperados, un buen amor que tomo caminos diferentes, ¿querrá el destino volver a juntarlos? One shot