Capitulo 4

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<<Desamor. Las razones que tuve para amarte de borraron anoche en la tormenta. Quede limpia tu olor a huésped voluptuoso en mis entrañas se enredo con la lluvia y se marcho>>

Sabias palabras. Termine de leer mi libro de poemas, esa frase me recordó a Marcos... todo lo que sentía por el, no se, desapareció. Lo único bueno que me dejo fue a mi lindo bebe, mi pequeño es ahora mi razón de ser, de vivir <<Tengo que superarlo>>, <<Necesito hacerlo>> baje de mi cama y recargue mi libro en mi mesa de noche, fui a mi armario lo abrí y observe -quería algo cómodo- saque unos pants grises, y una blusa holgada color rosa, me puse mis converse y un suéter. Salí de la habitación y baje las escaleras, encontré a mi abuelo leyendo su libro favorito mientras mi abuela bordaba a su lado.

-Saldré a tomar un poco de aire, iré al centro comercial- dije, me voltearon a ver mi abuela asintió y siguió bordando, mientras mi abuelo me miro ¿raro?

-Linda, para tomar aire puedes ir al jardín- sonrió- No necesitas ir mas lejos.

-Abuelo, quiero distraerme un rato...¿acaso quieres que me distraiga con flores?- negó con la cabeza- Entonces iré al centro comercial, déjame ir. Podre sola- a veces mis abuelos eran algo tercos, necesito un poco de libertad, ya no estoy pequeña <<Y te dieron un poco de libertad, ¿y que hiciste?estuviste de caliente y ahora estas embarazada>> Maldita conciencia.

-Suspiro- Esta bien mi cielo, pero te quiero de vuelta en 2 horas- asentí y me acerque, le di a cada uno un beso y me salí de la casa.

Las calles se veían un poco solitarias, camine con rumbo al centro comercial -suerte que vivo cerca- mis tenis retumbaban en el piso... ¿Por que es tan difícil superar que todo el mundo al que tu querías te abandono? Mis amigos, mi ex novio, todos. Sentí las lágrimas correr por mis mejillas <<Que llorona soy, le hará mal al bebe si sigo así>> no pude evita que dejaran de salir, dolía, y mucho... como quisiera volver a los tiempos de antes, donde todo era salidas con mis amigas, lindas citas con mi novio, ser querida y sentirme apoyada; ahora todo eso se fue a la mierda.

-¿Te encuentras bien?- levanta la cabeza, era Ryan ¿Que hace aquí?

-¿Ryan?- seque un poco mis lágrimas- ¿Me sigues?

-N o me contestes con otra pregunta, y no, no te sigo mi padre vive cerca de aquí- me miro y señalo la calle mostrándome por donde se dirigía- De verdad Jeen ¿Ten encuentras bien?

-Si... gracias por preocuparte- sonreí a medias- Ahora mismo voy a la plaza a distraerme.

-Bueno un gusto verte de nuevo...-metió las manos a sus bolsillos- No se si te molesta pero, ¿Podrias darme tu numero?

-Claro Ryan, dame tu teléfono-me miro extrañado, reí- Para darte el numero bobo, no me lo pienso robar.

-Ya sabia eso- sonrió- Aquí tienes- me entrego el teléfono, marque las teclas y pulse el botón de guardar y se lo entregue- Gracias- sonrió.

—No hay porque—sonreí— bueno, nos vemos— bese su mejilla.

—Si…nos vemos y te llamo— me quede quieta y observe por segundos como se alejaba, jamás creí encontrármelo por aquí.

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—Este es lindo, al igual que ese, y ese…y todos— suspire— Bebe ¿Cuál te gusta más? — sobe mi estomago lentamente y lo sentí ¡Pataleo! ¿Eso es un si? Pataleo de nuevo, lo tomare como un sí.

Tome el peluche que me encanto para mi bebe y camine hacia la caja, la cajera era tierna, me pregunto cuál era el sexo de mi bebe —la verdad quiero que sea sorpresa— pague y me fui de la tienda. Mire la hora en mi teléfono ¡Mierda! Mis abuelos me mataran, me tarde una hora más de lo esperado, agarre bien mis compras y Salí casi volando de camino a casa. 

Solo falta una cuadra….listo, llegue, saque mis llaves y abrí la puerta, recargue mis compras a un lado de las escaleras y entre en la cocina. Oh no, mis abuelos me esperaban.

—Una hora señorita.. —dijo mi abuelo— ¿Qué tanto hacías?

—Lo lamento, me distraje viendo cosas para el bebe— hice un puchero— No pasara de nuevo, lo prometo. —sonreí.

—me señalo— Que sea la última vez, ten un poco mas de responsabilidad, estas embarazada— suspiro— Bueno Margaret— vio a mi abuela— Vamos a descansar y tu deberías hacer lo mismo— se refirió a mi.

—Si— bese sus mejillas— Que descansen, los amo.

—También te amamos— contestaron al mismo tiempo.

Subí las escaleras sin antes tomar todo lo que había comprado y cerré la puerta de mi habitación. Me despoje de mis ropas y saque un pijama de mis cajones, me lo coloque y me acosté en mi cama. Que día tan pesado.

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⏰ Última actualización: Oct 16, 2014 ⏰

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