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Mi querido Oscar.
Escribo esta carta solo para despedirme.
Realmente no quisiera hacerlo pero creo que es momento de marcharme.
Sé que esto puede doler, puede hacer sentir miles de cuchillos afilados penetrando tu corazón.
Pero siempre existe un día soleado después de semanas llenas de lluvia.
Nunca olvidaré cada momento a tu lado, la primera vez que hablamos estaba demasiado nerviosa, tenía la idea de que éramos tan parecidos que probablemente nos convertiríamos en grandes amigos. Fue muy extraño todo, los días pasaban y tu presencia me hacía tan feliz que no me dí cuenta que me estaba enamorando de tu ser.
Sin embargo cometí un error, decirte lo que sentía. Tú sentías lo mismo pero estábamos en posiciones opuestas.
Debí callar sabiendo que estaba comprometida. No supe cuando parar.
Quería sentirme amada y saber que yo podía amar sin fingir nada.
Realmente cada canción de amor me recordaba a ti.
Cuando cantaba West Coast de Imagine Dragons, sabía que realmente la cantaba para ti y así con tantas y tantas canciones.
Cada momento contigo esta guardado en mi mente, comer por primera vez mazapanes de chocolate se convirtió en una experiencia inolvidable.
Sacar sonrisas de a montón contigo era un elixir de vida.
Y el tocarte por accidente era una bomba, mis emociones se descontrolaban.
Realmente evitaba el sonrojarme, me daba vergüenza que me vieras así.
Puedo sentir en mis manos lo suave que es tu cabello con tan solo recordar la primera vez que me dejaste peinarte, no salió como esperaba porque tu cabello no se dejaba acomodar.
Eran horas y horas de una plática sin fin.
Mientras pasaba el tiempo no me daba cuenta que te estaba haciendo daño y no solo a ti, sino a mi también.
Tenía tanto miedo de cometer errores que no podía tomar una decisión, no debí pensar tanto, debí correr sin mirar atrás.
Y es que eres tan perfecto. Tus ojos guardan millones de estrellas que es inevitable no verlos, cada parte de ti es perfección, con esos lunares tan hermosos que en silencio me piden que no deje de mirar lo que eres. Podría contar cada peca de tu rostro y perder la cuenta con tal de no dejarte de ver jamás.
En estos momentos quisiera estar recostada en tu pecho, que es más cálido que cientos de primaveras. Quisiera sentir tu olor en mi nariz y cerrar los ojos para imaginar que somos solo tú y yo en mundo.
Te amo y podría gritarlo en cada rincón del cielo.
Pero ya lo dije, es momento de irme.
Debes de volar lo más alto que puedas con esas enormes alas que tienes.
Todo este tiempo te he lastimado, nunca te hice un bien. Solo te acarree desgracia y dolor.
Es muy tarde para pedir perdón, es tarde para repararlo.
Solo quiero que seas feliz aunque no sea conmigo.
Quiero que despiertes cada día de tu vida pensando que será un gran comienzo.
Quisiera sanar cada herida que te he dejado pero el tocarte sería matarte.
Quiero que descubras mundos en donde no exista yo, que explores y conozcas millones de estrellas.
Quiero que le robes la sonrisa a la luna y duermas en Saturno todas las veces que quieras.
Y todo eso sin mi, porque conmigo no estarás a salvo, sino hundido.
No deseo hacerte más daño.
Por tal motivo me voy.
Te deseo una excelente vida llena de felicidad y placeres.
Sé que eres todo el éxito y lograras grandes cosas.
Quiero que estés bien mi pecoso.
Te amo y podría amarte por miles de años más.
Pero el causarte dolor no es algo que yo prefiera.
Mañana parto en el tren de las 8:00
Me llevaré tu sonrisa impregnada en la piel.
No te olvidare cariño.
Hasta que la vida nos diga que somos el uno para el otro.
Adiós.

Atte: Beatriz.


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⏰ Última actualización: Jul 25, 2019 ⏰

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