Alexander, un empresario multimillonario, inrresistible y deseado,
Por todas las mujeres, en donde todas desean ser, la señoras de Álvarez, donde el no tiene interés, en el amor pues solo piensa en su su trabajo y nada más.
Katie, una joven rebelde...
Katie ya estaba lista para marcharse, a su entrevista estaba súper emocionada por ese trabajo, claro había par de cosas en el contrato que la encontraba un poco extraña, pero le dio la menor importancia pues después de todo ella sabía cuál era su lugar y que ella sabía repectar el hecho de que ella sea mujer, eso no quiere dejar dicho que utilicé su cuerpo, para poder conseguir lo que desee.
- Señora Darsy, quería agradecerle por todo y por ayudarme con Terroncito, el día de hoy y en el futuro.
- Se te hace tarde - le dice Darsy mientras mira el reloj en la pared. - deja esos nervios todo saldrá bien entendido hací que vamos a marcharse.
Katie se dirigió a la puerta, ese día decidió no ser tacaña y tomar un taxi, hací poder llegar a tiempo, pues esta era una gran oportunidad que ah esperado en mucho tiempo.
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Ya llegando al lugar que le habían informado en el correo, no pudo disimular asombro y confusión, pues era una de las instalaciones más grande de todo el país, incluso no todo público puede tener acceso hacías ellas.
- Disculpe estamos en el lugar correcto - dirigiéndose al señor del taxi.
- Si joven este es el lugar correcto que usted me indico.
- Oh comprendo discúlpeme es que tan solo me informan de la dirección y nombre de la empresa.
- Y acaso usted no ve la televisión pues ahí solo hablan de lo logros de esta empresa y de qué el presidente es el soltero más cotizado de todo el país.
Claro que Katie no había escuchado hablar de esa empresa, si para cambiando de país, cada vez que siente una amenaza y además no podría ver televisión porque no tenían una, es un costo elevado el comprar una y no podía malgastar el dinero ala ligera.
- Oh por Dios mire la hora que es ya falta poco para mí entrevista - no dejo terminar de hablar al del taxi, por estar viajando en sus pensamientos y ni siquiera escucho nada de lo que dijo al final.
Al bajarse del taxi tomo su bolso, se dio una pequeña mirada al ver su aspecto, se sentía cómoda en como estaba vestida, no sería un traje de moda, pero sí que se veía genial en el y más en el cambio de su cabello, haci que sin más demora se dirigió ala recepción.
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- Hola buenos dias, hoy tengo una entrevista a las 9:30.
Mientras me clavaba la mirada de la cabeza a los pies, hice caso omiso pues hoy era un día importante y ninguna serpiente venenosa lo arruinaría.
- Tome el ascensor es el noveno piso hay la estarán esperando, pregunte a la secretaria del señor Suárez y ella le indicará por dónde puede pasar.
Mientras subía en el ascensor meditaba internamente. - Todo saldrá bien, ya estas aqui, piensa en lo que te a tocado llegar hasta aquí, vamos llegó la hora - mientras se habría el ascensor.
Era un área bonita y la secretaria que estaba ahi mirándome, era una señora de mediana edad, que al parecer en su juventud era una Diosa de belleza natural, que en esto tiempo ya no es común de ver.
- Hola buenos días estoy aquí para una entrevista, se encuentra el señor Suárez.
- Hola y si, me imagino que usted es Katie si mal me equivoco y ya el joven la espera adentro.
Con una hermosa sonrisa me señaló una enorme puerta a su frente. - El no es ningún señor tiene casi la misma edad que usted - mientras me quiñaba el ojo con una sonrisa de complicidad.
