Sábado 12 de Mayo 2018
20:30
Chill Mountain, te lo juro nunca olvidaré el nombre, y aunque decidí ayudarme y olvidarte a ti también, es algo que no puede hacer. Tantas cosas que no pude hacer en la vida por inseguridad, fuiste tú de lo único que estuve segura todo el tiempo.
Recuerdo haberme inventado millones de pretextos para no acompañar a mis amigos ese día, un parque, es que quién quiere salir de casa cuando es un día lluvioso, sin embargo dejé mi flojera de lado y asistimos al parque de atracciones.
Jodida montaña, nunca estuve en una tan larga, es cierto también que nunca estuve en una con alguien más que no fuera un amigo y poder gritar todo lo necesario (por favor chicos si van a tener un grupo de amigos procuren que sean en número par), al estar sentada en el carrito contigo fue que me di cuenta, esa sensación en mi estómago no era por mi miedo a las alturas, eras tú, lo que tu sonrisa me hacía sentir, es que solo sonreíste al presentarte y ya no sabía nada de mi. Fue entonces cuando comenzó; todo asegurado, era rápido, divertido, curiosamente relajante; pero es ahí cuando se te ocurre preguntar: - ¿Me harías una foto?. Yo estaba paralizada, estaba concentrada en no soltarme de los seguros (claro estaba que aún le tenía miedo a las alturas), aún no te contestaba cuando sacaste tu teléfono, me lo entregaste, te sueltas el cabello y levantas las manos, al principio creí que estabas loca pero momentos después me hiciste sentir segura y tomé el teléfono con mis dos manos, eras así, te gustaba divertirte y tenías una capacidad para convencer a los demás y hacerlos disfrutar un poco más.
Todo siempre estaba a tu favor, justo como el momento de sacar la foto. Tu cabello oscuro se paseaba por tu rostro y el viento, mientras que el inmenso brillo de tus ojos representaba tu plena felicidad, felicidad que la cámara del teléfono marcaba como puntos rojos. Ahora era yo quien no quería perder la oportunidad, te dije lo que pasaba e inmediatamente ofrecí la cámara de mi teléfono para hacerte la foto, aceptaste, y en verdad disfruté tanto ese momento, mi corazón latía al 100, por dios mis manos no sostenían los seguros. Al final tomé varias fotos, sonreías todo el tiempo al observarlas, me diste las gracias y esta vez te atreviste a tocar mi cabello para luego comentar que te encantaba el color, intenté no dejar que pasara pero me puse roja y tú lo notaste perfectamente.
Después de bajar de la atracción mecánica, nos despedimos y cada quien fue por su lado.
23:45
El tiempo pasó demasiado rápido, lo estábamos pasando muy bien y nunca nos dimos cuenta de la hora. Justo estaba por darle otra mordida a mi precioso pedazo de pizza cuando mi teléfono comienza a vibrar y me molesta un poco, la molestia se me pasa cuando leo en la pantalla del móvil: "amamá" veo la hora y tengo que empezar a pensar qué le voy a decir a mi mamá (No es que le tenga miedo a mi mamá pero algunas veces es muy difícil que ella confíe en mí; siempre he sido muy responsable y nunca le he quedado mal, pero en algunas ocasiones es necesaria alguna que otra mentirita pequeña por conseguir sus permisos).
Contesto el teléfono, claramente me iba a recordar la hora, lo hizo y me preguntó dónde me encontraba (acá entra la mentirita) le dije que ya estaba muy cerca de la casa, en este momento me levanté de la mesa, avisé a mis amigos y tomé la pizza para intentar terminarla por el camino.
Estábamos ya a menos de 5 metros de los autos cuando algo me toca la espalda y volteo a ver de qué se trata... eras tú, sonreías y te notabas un poquito sonrojada (Vaya cosa teníamos que tener en común) te devolví la sonrisa, y así sin más me preguntaste mi número de teléfono (supongo que puse cara de idiota pues eso no me lo esperaba), entonces tú aclaraste: -Por las fotos claro, para que puedas enviármelas. Toda apenada te di mi número y no hice nada solo me quedé ahí parada, en cambio tú; me agradeciste de nuevo pero esta vez con un abrazo y culminando esto diciendo:- Bien, cuídate .
Ahí olvidé todo lo que pasaba en ese momento, hasta que uno de mis amigos me llamó, nos subimos a los coches y de camino a casa comenzaron las preguntas incomodas sobre la chica del parque Chill Mountain.
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¿Qué quieres que haga?
Short StoryEn la voz de lo común, tranquila y pasajera estaba mi vida Llegas tú y me cambias todo Eres lo mejor que me pasó en la vida o lo peor? Háblame con la verdad que te quiero