mi dolor

parte única

Yo estaba tomando desayuno para después ir a bañarme y irme a la school era pagada, no sé cómo mi padre me paga la escuela siempre se lo pregunto y nunca me lo dice nada o me cambia de tema yo quiero saber y no me lo dice.... . Ya que.
Hija:-Padre ya estoy lista para ir a la school-
Padre: - ya-

La hija se despidió de su padre con un beso en la mejilla y salió hacia la escuela. Mientras caminaba por las calles, algo en la actitud de su padre le inquietaba. Siempre había sido reservado, pero últimamente parecía más distante, como si estuviera ocultando algo importante.

Esa noche, decidió confrontarlo. Lo encontró en su estudio, absorto en papeles y con un gesto preocupado en el rostro.

"Hija, ¿Qué sucede?", preguntó él con una sonrisa forzada.

"Papá, sé que me has estado ocultando algo. No puedes seguir evitándolo. ¿Qué está pasando?", preguntó con determinación.

El padre vaciló por un momento, su mirada se nubló con una mezcla de preocupación y pesar. "Hija, hay cosas que he mantenido alejadas de ti para protegerte. Pero es hora de que sepas la verdad. No soy lo que parezco ser."

La hija frunció el ceño, sin comprender del todo. Entonces, su padre comenzó a revelar un secreto que había mantenido oculto durante años. Le contó sobre su pasado en la Yakuza, un mundo de secretos, lealtad y peligro del que había intentado escapar para darle a su hija una vida mejor.

La hija escuchaba atónita, sin poder procesar completamente la revelación. Aunque estaba sorprendida, también entendía por qué su padre siempre había sido tan reservado y protector.

"Papá, ¿cómo... cómo puedo ayudarte?", preguntó con preocupación.

"No te preocupes por mí, cariño. Solo asegúrate de cuidarte a ti misma. Mantén este conocimiento a salvo. Es peligroso y no quiero que te veas involucrada en este mundo", respondió él con seriedad.

La hija asintió, asimilando la gravedad de la situación. A pesar del shock inicial, su amor por su padre no cambió. Decidió apoyarlo en silencio, manteniendo el secreto como un juramento de protección.

A medida que los días pasaban, la hija comenzó a notar cambios en la rutina de su padre. Se ausentaba por horas, recibía llamadas misteriosas y a menudo parecía preocupado. La preocupación crecía en ella, aunque había prometido mantener el secreto, no podía ignorar la intranquilidad que sentía por su padre.

Una tarde, regresando a casa temprano, encontró a su padre en el estudio, con una expresión aún más tensa de lo habitual. Estaba revisando documentos con rapidez, con gestos de frustración.

"Papá, ¿está todo bien?", preguntó ella, sintiendo un nudo en la garganta.

El padre levantó la vista, sorprendido por su llegada repentina. Tras un momento de vacilación, decidió sincerarse aún más con su hija.

"Hija, las cosas se han complicado en el mundo en el que solía estar. Estoy tratando de mantenernos a salvo, pero parece que mi pasado me está alcanzando", confesó, su voz temblaba ligeramente.

La hija se acercó y tomó la mano de su padre, transmitiéndole apoyo con un gesto silencioso.

"Papá, no importa lo que haya sucedido en el pasado. Estoy aquí contigo. Juntos encontraremos una manera de salir adelante", dijo ella con determinación.

El padre asintió, reconociendo la fortaleza de su hija. Juntos, idearon un plan para protegerse mutuamente, acordando medidas de seguridad y manteniendo una comunicación constante.

A medida que la situación se intensificaba, la hija se convirtió en un pilar fundamental para su padre, ofreciéndole apoyo emocional y manteniendo su secreto a salvo de oídos indiscretos. A pesar de los desafíos, su vínculo se fortaleció, demostrando que el amor y la lealtad pueden superar incluso los secretos más oscuro