001

123 17 8
                                    

-¿Entonces?-lo miré ansiosa esperando una respuesta que fuera de ayuda para tranquilizar mi nerviosismo.

-¿Entonces qué?- fruncí mi ceño con molestia y no pude evitar lanzarle un golpe.

-¿Qué debería hacer?- reformulé la pregunta.

-Ah- alargó- No lo sé- se encogió de hombros y volvió a dirigir la mirada a su celular.

- ¡Yah Jeon JungKook!- exclamé arrebatando su celular- Si te conté todo esto es porque necesitaba un consejo de mi mejor amigo- lo escuché suspirar.

-¿Sabes? no entiendo porqué te preocupas tanto por un chico que probablemente no vuelvas a ver en toda tu vida.

-¿En serio lo crees?- mi amigo asintió a mi pregunta con una leve sonrisa.
- Confiaré en ti, ahora cómprame comida.

-¿Por qué debo hacerlo?- se quejó con un leve puchero.

-Porque tengo hambre y olvidé mi dinero- pronuncié con obviedad.

-Ese mi querida SeulGi no es mi problema- me quitó su celular de mis manos y lo guardó en el bolsillo trasero de su pantalón.

-Te conseguiré una cita con Yerim- aseguré con rapidez, el castaño falló en su intento de fingir desinterés pues su mirada lo delataba.

-¿Es un trato?- asentí efusivamente- De acuerdo, vayamos a la cafeteria antes de que me arrepienta.

Caminé felizmente tras de él saliendo del abrumador salón de clases.

-¡Hey, JungKook!- choqué abruptamente con la espalda de mi amigo al éste detenerse de improvisto.
Confundida al no reconocer aquella voz me levante de puntitas tratando de ver sobre su hombro.

-¡Jimin!- escuché a Kookie saludar de vuelta. Mis ojos se abrieron de par en par, llevé mis manos a mi boca cubriéndola con sorpresa.

-Kookie-Ah, creo que he entrado en Jungshock- mi voz temblorosa lo hizo reír.

-No seas estúpida, recién lo viste ¿y ya te enamoraste?- habló con burla enarcando su ceja.

-¿A quién le dices estúpida, estúpido?- reclamé- No me refería a eso, es él chico del que te hablaba hace unos minutos.

-Uy que problemón.

-¡Yah! Concéntrate es algo serio.

-Si si, ya me concentré- abrí mi boca con indignación al percatarme como el muy cínico miraba sin disimulo a la pequeña Yerim que venía de acompañante del chico que salvé la noche anterior.

Le di un zape en la cabeza haciéndolo soltar un chillido tan agudo que llamó no sólo la atención de cierta rubia sino de todo el que se encontrara en ese pasillo.

-¿Tenías que gritar tan fuerte? Apenas si te toqué, ahora por tu culpa se están están acercando a nosotros- solté aterrada escondiendo mi cuerpo lo mejor posible detrás del de JungKook.

-¡Disculpa!, si quieres para la próxima me avisas antes de golpearme para ponerme en modo mute- el sarcasmo que desprendía su voz era tan evidente como mi nerviosismo.

-Oh no, ¿Ahora qué haré?- susurré con desesperación.

-¡¿SeulGi unnie?!- el llamado de Yerim se escuchaba con gran potencia indicando que ya se encontraban a tan solo algunos pasos de distancia, lloriqueé tal cual niña pequeña.

-Me voy, yo no estuve aquí ¿de acuerdo?- amenacé señalándolo con mi dedo, mi escudo humano portátil volteó mostrándome una de sus ya tan características sonrisas malévolas.

-¿Planeas escapar? veamos si lo consigues- antes de siquiera poder parpadear ya me encontraba entre sus brazos.

-¿Qué crees que haces?-

-Venganza querida SeulGi- estaba dispuesta a reclamar pero esa voz tan temida para mi me interrumpió.

-T-tú- me señaló incrédulo.

-Si yo- me señalé con mi pulgar- ya me voy- seguramente me vi patética intentado luchar contra la gran fuerza de mi amigo pero puedo decir que por lo menos lo intenté.

-¿Quién eres tú?- preguntó el individuo escondiéndose detrás del cuerpo de Yerim.

-La Mujer Maravilla, te la presento- respondió mi amigo ganándose un codazo en él estómago de mi parte, logrando así liberarme exitosamente de su agarre.

-¿De verdad?- cuestionó asombrado, rodé los ojos.

-Claro que no, ¿eres tan tonto como para creerte esa absurda mentira?- le contestó Yerim- Y más si proviene de éste- señaló con desdén a JungKook, una carcajada brotó de mis labios.

-Anoche- no lo dejé continuar.

-Anoche lo que ocurrió fue que te encontré inconsciente en medio de la calle y como la buena persona que soy te patee hasta que tu cuerpo llegó a la banqueta, una vez ahí me hinqué para cerciorarme de que te encontraras con vida pero te moviste haciéndome pegar un brinco del susto y salir corriendo de la escena del crimen.

Aquella boba excusa que me inventé sonaba mejor en mi cabeza que en voz alta.

-Bueno amigos ay se ven- me despedí huyendo con rapidez como lo hice ayer en la noche.

Sinceramente no todo fue falso, de verdad el chico quedó inconsciente después de presenciar mi poder, tuve que arrastrarlo hacia la vereda para que ningún otro accidente ocurriera por el resto de la noche, no era mi intención dejarlo ahí solo bajo la lluvia pero tras varios minutos de quedarme parada frente a él decidí que podría ser peligroso si él reconocía mi rostro, pensé que creería que todo había sido producto de su imaginación pero para mí mala fortuna no fue así.

Power || P.J.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora