TORRES DEL SILENCIO: LA CIUDAD OSCURA DE LOS OBISPOS.

LA MUERTE DE LOS OBISPOS.

Dylet descubrió que con un poco de concentración mientras posee una autoestima elevada puede tener visiones sobre lo que podría pasar en el futuro, pero por esta vez solo logra ver la muerte de Seol, uno de los nueve obispos con cierto poder menor que el de Neol. Nuevamente Dylet logra salir de su habitación teniendo como propósito salir de Dima cueste lo que le cueste. En sí Skay se encuentra del otro lado de la ciudad siguiendo un plan que se planteó toda una noche sin la ayuda de los banditos pues lo quería hacer solo, por lo que Skay se encuentra solo del otro lado de la ciudad escalando la muralla que está a las orillas de la ciudad para poder llegar a rescatar a Dylet.

Pero este no sabe que Dylet también tenía un plan debido a que no se habían puesto en contacto por medio de las cartas pues no tenía cabeza para escribir, el plan de Dylet esta vez era escapar por completo de Dima por el lado más cercano así que mientras Skay entra Dylet está por escapar definitivamente de Dima por el lado contrario, dejando todo su lado oscuro en Dima. Enfrentando su miedo, miedo que al sentirlo le hace pensar que está constantemente acompañado por una presencia extraña y desconocida, a veces solo imaginada que en principio no posee nombre.

Dylet como Skay no contaban con que las aves controladas por los obispos se darían cuenta de lo que ambos tramaban ya que estas aves son difíciles de ver por la falta de luz en Dima. Dándole las señas a los obispos para que estos acorralaran a ambos, en ese momento solo dos de los obispos estaban cerca de ciertos puntos: Neol y Seol.

Mientras Neol da con el paradero de Dylet, Seol da con el de Skay, los dos están por iniciar una pequeña batalla entre ambos obispos tomando en cuenta que Neol es un poco más poderoso que Seol. Mientras Dylet está por cruzar la muralla entre las montañas y la ciudad de Dima, cuando de repente es empujado por un buitre percatándose de que Neol estaba ahí, en ese momento Dylet observo que había un pozo enorme en el cual los obispos tiraban los huesos de los cuerpos de las vidas que los buitres habían consumido. Moviéndose poco a poco logro que Neol quedara a solo unos pasos de dicho pozo, no fue tan difícil para el hacerle creer que estaba siendo controlado por él acercándose poco a poco como siempre lo hacía cuando estaba verdaderamente controlado. Para así terminar empujándolo al pozo, Neol cayó entre los huesos de los cuerpos de tantas personas que los propios buitres controlados por él y los demás obispos habían consumido, muriendo al instante de tocar el piso. Dylet solo observo a Neol entre los huesos comprobando que había podido con él ya que tenía varios huesos encajados en diferentes partes de su cuerpo sobre un charco de sangre, para proseguir con su plan de escape.

Por otro lado Seol se acerca rápidamente a Skay logrando asustarlo, Skay corrió al centro de la ciudad llegando a una de las torres, no pensó en otro plan en ese instante más que escalar dicha torre, conocida como una de las torres del silencio donde los cuerpos eran consumido por los buitres, logro subir dándose cuenta de que Seol ya se encontraba ahí, se ve a Skay siendo alzado por una fuerza bruta tratando de lanzarlo al vacío, pero Seol recibe una señal de que Neol ha muerto haciendo que Skay cayera brutalmente al piso.

Dylet logra cruzar la muralla, está prácticamente fuera de Dima cuando observa que varios buitres banditos pasan por encima de él dirigiéndose hacia una de las torres del silencio, en ese momento varios banditos se encuentran con Dylet comentándole rápidamente que mientras ellos dormían Skay había planteado un plan para rescatarlo, entrando por la parte trasera de Dima, al dar vuelta hacia la ciudad oscura en una de las torres se puede ver una antorcha encendida comprobando así que lo que ellos decían era real, pero ellos ya habían planteado un nuevo plan para ahora rescatar a Skay de Seol, se ve como los buitres rodean la torre haciendo que Seol fuera poco a poco perdiendo poder y el control, logrando que este se tropezara, finalmente Skay pudo encargarse de que Seol se rindiera en su propia torre, siendo devorado al instante por los buitres banditos.

Mientras Skay sale de esa situación los demás obispos lo acorralan al bajar la torre, de cierta forma lograron tener el control de él, haciendo que Skay perdiera toda la autoestima que en si el poseía otorgándole una fuerte depresión controlada por los otros siete obispos, mientras Dylet escapa siendo una persona todo lo contrario a lo que era ahora Skay, se queda pensando unos instantes si rescatarlo o dejar que muriera, pero recordó todo lo que Skay estaba haciendo para rescatarlo, recordó también que antes de que todo esto sucediera Skay y el habían sido muy buenos amigos, que en el momento en el que Skay escapo lo llevaba consigo, pero él no lo había podido lograr. Después de recordar todo esto ordeno a todos los banditos entrar y rescatar a Skay, logrando matar obispo tras obispo hasta lograr rescatarlo y al igual que a todos los demás habitantes.

Finalmente todos los que estaban en la ciudad miraban cómo poco a poco la luz entraba a la ciudad mientras sentían un aire fresco y lleno de paz. Definitivamente después de cierto tiempo, Dylet y Skay permanecieron juntos, ayudando a los demás habitantes a salir de los problemas que antes ellos habían tenido.