Hasta La Piel

1

No podía despegar mi mirada de Kika Lawrence y Dylan Harris, aquel show que hacían mientras bailaban con tanta intimidad me hacía querer vomitar.

Una enorme sonrisa se dibujaba sobre mi rostro, pero mis verdaderas emociones no eran nada menos que celos y una ligera nostalgia.

-¡Hayley! ¡Sonríe!- gritó Lara sacándome de mi tortura, el flash de su celular se posó en mi rostro. En caso de que Dylan pudiera estar observando, sonreí a la cámara a la vez que alzaba mis manos fingiendo que me encontraba disfrutando aquella fiesta y que no me afectaba el hecho de que apenas y él me prestara atención.

Gali me tomó por la mano e hizo que diera un giro atrevido y coqueto llamando la atención de algunos chicos cerca, incluyendo la de Dylan.
Le sonreí con ligera picardía.

-Voy por algo de tomar- le dije a Gali al oído.

Gali se limitó a asentir y a mover sus caderas al ritmo de la canción. Pude notar que ya se encontraba ebria.

Me dirigí a la cocina atravesando toda la multitud que bailaba, una vez ahí pude ver de reojo que Dylan me había seguido, sin embargo no se me acercó hasta que Miriam Mosby nos dejó.
Tomé un vaso rojo y me serví un poco de coca-cola.

-¿Divirtiéndote?- preguntó.

-Por supuesto ¿tú no?- me giré para verlo de frente y me derretí al ver su sonrisa tan atractiva.

-Claro- se acercó a mí lentamente- verte bailar así me agrada- nuestros cuerpos estaban a una poca distancia de separación. Colocó sus manos en la barra a un lado de mi cintura.

La piel se me erizó y mi saliva pasó con pesadez.

-No pensé que me prestaras atención- mi tono era neutro, como si tenerlo de frente no causara nada en mí.

-Tengo que hablar contigo.

Sus palabras me sacaron un cosquilleo en el estómago. No pude evitar pensar en una declaración.

-¿Ah sí?

-Sí- movió un mechón de mi cara- pero será mañana.

-Dime.

-No, mejor mañana.

Pase las manos por su pecho inconscientemente. Estaban tan acostumbrada a hacer ese movimiento.

-¿Sobre qué es?

Me miró por un rato, decidiendo en si me decía o no.

-Bueno, es sobre Kika... y nosotros.

-Ajá...- ¿será? finalmente Dylan se dio cuenta que somos el uno para...

-En que quiero hacerla mi novia.

Mi cuerpo se tensó. Sentí como si me acabaran de echar un balde de agua fría en la cabeza.

-¿Cómo que tu novia?- pregunté incrédula.

Su rostro era indescifrable. Lo miré por un rato esperando a que me respondiera pero se quedó en silencio.

-¿Qué? ¿El gato te comió la lengua?

-Hayley...

Enarqué mis cejas, dándole una segunda oportunidad para que dijera algo. Pero no lo hizo. En ese momento me di cuenta lo idiota que era Dylan Harris ¿qué le veía? ¿Por que me había pasado los últimos cinco meses babeando por él? No podía ni explicarme qué iba a pasar con nosotros. Patético.

-Cómo sea- lo empujé alejando su cuerpo del mío y salí de la cocina.

Tenía tantas ganas de gritarle y decirle el gran imbécil que era.